Pilar Saura impartió una conferencia organizada por la Asociación "Tío Jorge" de Zaragoza sobre la vida del mercedario Molina que
murió en el convento de San Lázaro en 1652
El sábado 20 de febrero tuvo lugar en la Parroquia de
Altabás, gracias a la organización de la Asociación "Tío Jorge" del
Barrio del Arrabal, la conferencia sobre la vida del venerable mercedario fray
Juan de Molina y Entrena. Asistieron numerosas personas de la Asociación y del
Arrabal, junto a familiares y amigos de Carenas, el pueblo de procedencia del
padre Molina. En la Parroquia de Altabás se encuentra el Cristo de Fuenterrabía
que en el pasado estuvo en el convento mercedario de San Lázaro del que solo permanece el "Balcón de San
Lázaro".
Todo mi agradecimiento tanto a la Parroquia de Altabás como a los organizadores y asistentes de la Asociación "Tío Jorge" del Barrio del Arrabal, y a los vecinos y familiares de Carenas
La historia del Cristo de Fuenterrabía
Según
la historia del Santo Cristo de Fuenterrabía, en 1638 el ejército invasor de
Francia, al mando del príncipe Conde Mos de las Forsas, puso sitio a
Fuenterrabía, donde se profanaron muchas imágenes. El rey Felipe IV ordenó
socorrer la plaza y entre los caballeros que consiguieron derrotar al enemigo
se encontraba don Pablo Francés de Urrutigoyti, nombrado primer barón de
Montevilla, que rescató la imagen de un Santo Cristo con los brazos y la cabeza
cortados. Don
Pablo mandó restaurar la escultura con plata y la tuvo en su oratorio, hasta
que con sus hermanos D. Diego Antonio (arcipreste de Daroca), D Juan Bautista
(arcediano y señor de Valpuesta en Burgos), D. Lorenzo (deán de la iglesia de
Sigüenza) y D. Miguel Antonio (arcediano de Zaragoza), acordaron labrar la
Capilla Mayor del convento de San Lázaro, su crucero y bóveda, y decidieron
colocar bajo el altar el Cristo de Fuenterrabía. La solemne inauguración, presidida
por Fr. Antonio Garuz, general de la Orden Mercedaria, tuvo lugar en 1649 en presencia de fray Juan de Molina. Los
hermanos, como patrones del convento, tuvieron derecho de enterramiento en la
zona del presbiterio y crucero, que tenía a la derecha un retablo de San Pedro
Nolasco y a la izquierda otro de San Felipe Neri.
El conde de Faura don Juan José Vivas de Cañamás, casado con la hija de don Pablo,
Dª. Ana Francés de Urrutigoyti, era responsable, junto a sus sucesores, del
mantenimiento del Patronado. La actual baronesa de Montevilla es Dª. Asunción
Orbe residente en Pamplona. La historia detallada del Santo Crucifijo
de Fuenterrabía la recoge Fr. Roque Faci en 1739. Tras la desamortización, las
referencias señalan que la talla, en la siguiente imagen, fue a parar a la actual
parroquia de Nuestra Señora de Altabás en el barrio del Arrabal de Zaragoza. A
dicha parroquia pertenece la Asociación de Vecinos "Tío Jorge" del
Arrabal.
El mercedario Molina es nombrado comendador de San Lázaro en
1624, siendo reelegido en varias ocasiones, y allí muere bajo un halo de
santidad en 1652
El rey don Jaime Primero el Conquistador, tras la fundación de la Orden el 10 de agosto de 1218 de la Sagrada, Celestial y Real Religión de Nuestra Señora de la Merced en Barcelona, se preocupó de que se fundasen conventos en las ciudades y villas principales. Aunque no se encontraron las escrituras del Real Convento de San Lázaro, fue uno de los primeros y se estima que fue fundado en 1224. Los patrones de la iglesia de San Lázaro fueron los hermanos Francés Urritigoyti.
Fray
Juan de Molina fue elegido por primera vez comendador de San Lázaro de Zaragoza
en 1624, con 45 años, fue reelegido en 1625 hasta 1628 cuando es elegido
definidor y redentor, gobernó después la encomienda de Zaragoza desde 1642 tras
la muerte de fray Domingo Esteban, y desde 1646 a 1650. Estos periodos suman
más de doce años, puesto que murió en San Lázaro el 20 de diciembre de 1652 con
73 años siendo comendador de dicho convento, siendo enterrado en la capilla del
Eccehomo. Según
fray Francisco Neyla: "En la
Provincia de Aragón logró copiosa cosecha de admirables frutos de todas las
virtudes y sus súbditos le amaban con entrañable afecto". Como
comendador de San Lázaro fue elogiado por reparar y mejorar mucho su estado, y
por asegurar la observancia de las reglas de la Religión.
En la Vista de la ciudad de Zaragoza de Anton Van Wyngaerde, realizada en
1563 figura el Real Convento de San Lázaro en primer término situado junto al
puente de Piedra y junto al Convento de Altabás.
El
padre Molina consiguió crear una capilla especial en la iglesia del convento
para una dramática escultura del Eccehomo que había rescatado en su redención
de Argel que fue donada a doña Francisca Carvi, siendo el lugar donde fue
enterrado el padre Molina. Tras la desamortización (1835) muchos bienes de los
conventos de Zaragoza fueron almacenados en la Iglesia de San Pedro Nolasco. En
los años 60 la escultura del Eccehomo que figura en la siguiente imagen fue a
parar a la iglesia de San Pedro Apóstol de Villar de los Navarros, que había
perdido sus bienes durante la guerra civil.
La
posición estratégica del convento en el actual Barrio del Arrabal a la entrada
a Zaragoza -antes del puente de Piedra- por la carretera de Barcelona, le llevó
a sufrir el embate de las guerras. La voladura del puente de Piedra en 1813 por
los franceses afectó de lleno al convento cercano de Altabás y debió de dañar
algún edificio del convento de San Lázaro. También tras la desamortización
(1835) tendrá diversos usos hasta terminar siendo un cuartel del ejército. El
aspecto del convento según el dibujo inédito (reconstruido), localizado en el
Archivo mercedario del Monasterio del Puig, realizado por Fr. Ramón Lisbona en
1835 era el siguiente, donde se aprecian las filas de celdas de los frailes
mercedarios con vistas al Ebro y algunos edificios en ruinas.
Esa
imagen se puede comparar con una vista posterior tomada por Julio Requejo desde
La Seo en 1922, con el refectorio rehabilitado como edificio de oficinas del
ejército. Dicho edificio fue solicitado por los mercedarios antes de que se
procediera a demoler en 1983 todo el complejo del cuartel militar, pero su
petición fue desestimada.
Tras
las excavaciones arqueológicas llevadas a cabo en 2007 donde se descubrieron
los restos del convento de San Lázaro y su iglesia, de decidió crear el museo
denominado "Balcón de San Lázaro" cubriendo los restos del claustro
del pozo.
En
las afueras de Zaragoza, en Villanueva de Gállego había desde 1268 otro
convento con la iglesia y hospital de San Miguel del Monte. El edificio que
quedaba y figura en la siguiente imagen realizada por Carlos Urzainqui fue
demolido en abril de 2015.
Fundación del Colegio
de San Pedro Nolasco
El
convento de San Lázaro quedaba comunicado con la ciudad de Zaragoza por el
puente de Piedra y por el puente de las Tablas. La riada del Ebro de 1643
provocó el desplome de las arcadas quinta y sexta del puente de Piedra. Tanto
la inundación como el aislamiento, llevarán a los mercedarios a tomar la decisión
de fundar en la ciudad el Colegio
Universitario de San Pedro Nolasco. El efecto de la riada del Ebro quedó
reflejado en el cuadro "Vista de la ciudad de Zaragoza" de 1647 de Juan Bautista Martínez del Mazo (Se puede contemplar online desde la Galería Digital del
Museo del Prado). Tal como identificó Pilar Saura, en dicho cuadro se aprecia a la izquierda abajo al arzobispo de Zaragoza fray Juan Cebrián en cuyo pecho está el escudo de la Orden de la Merced. La
evacuación del convento llevada a cabo por fray Juan de Molina, su comendador,
estuvo acompañada de prodigios ya que cruzó el Ebro en medio de la riada con una pequeña embarcación ante el asombro de la gente.
Los
mercedarios se dieron cuenta que necesitaban tener otro lugar dentro de la
ciudad y así se decidió fundar en 1647 lo que sería el Colegio de San Pedro
Nolasco. En la fundación del Colegio fue muy importante el apoyo y Patronado
recibido de fray Juan Cebrián arzobispo de Zaragoza (cuyo retrato está en el Museo Diocesano), y el papel de Fr. Juan de
Molina, que era comendador de San Lázaro. Como detalla Fr. Francisco Neyla,
desde 1651 a 1655 no hubo rector ni presidente del Colegio, debido a la peste
que entró en Zaragoza no había suficientes religiosos, por lo que se hicieron
cargo los comendadores de San Lázaro, Fr. Juan Molina (hasta su muerte afectado
por la peste el 20 de diciembre de 1652) y Fr. Ignacio Vidondo.
© María Pilar Saura Pérez
En
la siguiente imagen figura la iglesia de San Pedro Nolasco alrededor de 1927,
que tras convertirse primero en la parroquia de San Lorenzo y después del
Sagrado Corazón de los jesuitas que la remodelaron y cerraron en 1997, pasó
después a ser la sede del Museo de los Faroles y Rosario de Cristal.
© Reproducción A.H.P.Z - ES/MF/COYNE/003854, Iglesia del Sagrado Corazón.
Plaza de San Pedro Nolasco. Fecha estimada: 1927.