domingo, 20 de diciembre de 2020

CELEBRACIÓN DEL 368 ANIVERSARIO DE LA MUERTE DEL VENERABLE FRAY JUAN DE MOLINA

CELEBRACIÓN DEL 368 ANIVERSARIO DE LA MUERTE DE FRAY JUAN DE MOLINA

El venerable mercedario fray Juan de Molina y Entrena, nacido en Carenas (Zaragoza) en 1579, murió bajo un halo de santidad en el desaparecido convento de San Lázaro de Zaragoza el 20 de diciembre de 1652. Como señaló Neyla del padre Molina: "Predijo la hora de su muerte dichosa que acaeció el día 20 de diciembre de 1652, quedando su cuerpo hermosísimo y flexible; viéndose al momento de su tránsito luces como estrellas sobre su celda , que subían y bajaban. Fue enterrado en la Capilla del Ecce Homo del Convento de San Lázaro. En la vida de este venerable se refieren cosas maravillosas y notables prodigios". Aprovechemos para pedir gracias a Dios por intercesión del venerable fray Juan de Molina y Entrena.

 



 © Texto e imágenes de María Pilar Saura Pérez 

viernes, 6 de noviembre de 2020

SOLEMNIDAD DE TODOS LOS SANTOS DE LA ORDEN DE LA MERCED


El 6 de noviembre se celebra la solemnidad de los santos de la Orden de la Merced y el 7 de noviembre se conmemoran los difuntos mercedarios. Pedimos a los santos de la Orden, y los que puedan llegar a serlo en el futuro, que nos cuiden en medio de esta pandemia.









http://www.mercedarios.net/santos.html

Santos Mercedarios

 SAN RAMÓN NONATO

 Clérigo mercedario, vive en el último tercio del siglo XIII: Es redentor en el norte de África, y queda en rehenes, donde da testimonio de caridad y predica el Evangelio. Para impedírselo, le traspasan los labios con un candado. Sufrió, pues, por ser libre también con su palabra cristiana. Más tarde, el Papa Benedicto XII, cisterciense, lo elige Cardenal, pero fallece antes de recibir el capelo cardenalicio, a finales del año 1338. Se celebra su fiesta el 31 de agosto.

SAN SERAPIO

 De origen irlandés, viene a defender la fe cristiana, con Alfonso VIII. Conoce la Orden de Nolasco, y se hace mercedario. Yendo a redimir a África, en una de las ocasiones,

queda en rehenes, y es martirizado, clavándole en forma de aspa en una cruz (+ 14 de noviembre de 1240). La Merced lo celebra el 14 de noviembre.

SAN PEDRO ARMENGOL

 De familia de la nobleza catalana, en su juventud se convierte en “hijo pródigo”, huye a la serranía. Al decidir Jaime I hacer una redada de bandoleros, y acompañando a la gente de armas don Arnaldo Armengol, se encuentran padre e hijo frente a frente. Queda moralmente desarmado. Regresa a su casa. Ingresa poco después en la Merced, y es nombrado redentor. En Bugía queda en rehenes, y es ahorcado. María logró que llegaran a tiempo sus compañeros, para librarle de una muerte segura. Regresa a España y fallece hacia 1304.Se celebra el 27 de abril.

 SAN PEDRO PASCUAL

 Clérigo, doctor por la Sorbona, experto en latín, valenciano y castellano, es nombrado Obispo de Jaén en 1296, cuando regentaba la iglesia del clero secular de Trasmiras, diócesis bracarense.. Los moros le cautivan cuando hacía la visita pastoral a su diócesis, y le llevan al campo de los mártires de Granada. Allí escribe una síntesis sobre la fe cristiana. Dejó varias obras teológicas. Fallece en 1300. La Merced logra su culto inmemorial el 4-6-1670. Cinco años después se inserta en el martirologio romano. Se celebra el 6 de diciembre.

BEATA MARIANA DE JESÚS (1565-1624).

Madrileña, de familia acomodada, muy devota de la Eucaristía, del crucificado y de María, manifestó su caridad con los pobres y enfermos. Se hizo Terciaria de la Merced, y el General Monrroy le permitió vestir el hábito de monja. Sólo lo hacía en privado. Al nacer la recolección, se va con ellos, desde la Capilla de los Remedios, en la iglesia de la Orden, a la de Santa Bárbara. Allí construye una casita donde vive humildemente. Fue muy querida del pueblo madrileño. Su cuerpo sigue estando incorrupto, y poseen esta preciosa reliquia las mercedarias de la Orden, llamadas de Don Juan de Alarcón. Tiene Parroquia y hospital dedicados a ella en la Villa y Corte. Fue beatificada por Pío VI, el 18 de enero de 1783. Se celebra el 17 de abril.

 SANTA MARÍA DE CERVELLÓN o del Socorro fue la primera religiosa mercedaria. Nace en la noble familia Cervelló. Natural de Barcelona, en el año 1230, el 1 de diciembre. Se bautizó el día 8 del mismo mes. Gracias al empeño que veía en los frailes mercedarios por ser redentores, ella se sintió impulsada a ser religiosa mercedaria. Pidió las vestiduras blancas el 25 de mayo de 1265 para ser hermana religiosa para la redención de los cautivos. Tiene el sobrenombre de Socorro debido a lo que cuenta la leyenda: "Se apareció a los barcos que venían de Argel cargados de cautivos y les rodeaba una tempestad y ella intercedía para socorrer a los tripulantes". Murió el 19 de septiembre de 1290. Los restos mortales se conservan en un altar secundario de la iglesia, entonces mercedaria, de Santa Eulalia. Desde el mismo momento en que muere se gana la fama de santa. Se le invoca como patrona de los marineros. Su fiesta se celebra el 19 de septiembre.

JUAN NEPOMUCENO ZEGRÍ Y MORENO (1831-1905).

Fundador de la Congregación religiosa de las Hermanas Mercedarias de la Caridad. Nació en Granada, el 11 de octubre de 1831, en el seno de una familia cristiana. Sus padres, don Antonio Zegrí Martín y doña Josefa Moreno Escudero, le dieron una esmerada y cuidada educación. Forjaron su rica personalidad en los valores humano evangélicos, haciendo de él un verdadero cristiano, comprometido con la causa de Jesucristo y de los pobres, desde su juventud.

 MARGARITA MARÍA LÓPEZ DE MATURANA (1884-1934).

 Nació en Bilbao con el nombre de Pilar y fue bautizada en la parroquia de San Antón, junto a su hermana gemela Leonor. Ingresó en el monasterio de las Mercedarias de Bérriz en 1903 e impulsó la transformación del monasterio de clausura en una congregación misionera en 1930. Murió en San Sebastián después de una larga enfermedad. Fue beatificada en la catedral de Santiago de Bilbao el 22 de octubre de 2006.

 MÁRTIRES MERCEDARIOS, S. XX, PROVINCIA DE ARAGÓN.

 La Iglesia proclamó el 13 de octubre de 2013 en Tarragona —ciudad regada con la sangre de los santos mártires Fructuoso, obispo, y de los diáconos Augurio y Eulogio— beatos al P. Mariano Alcalá Pérez y a dieciocho religiosos mercedarios que murieron asesinados por ser religiosos y sacerdotes, por su fidelidad a Jesucristo. En estos diecinueve mártires mercedarios se hicieron realidad las palabras de Jesús: «Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por los amigos» (Jn 15,13). Una vida en clave redentora, de servicio a los hermanos. Ellos vivieron como hijos de la Virgen de la Merced, Madre y Fundadora de la Orden, bajo su manto maternal vivieron y sintieron su protección en el momento supremo del martirio.

 Mercedarios con una vida llena de prodigios cuya causa está pendiente

Fray Juan de Molina y Entrena


El padre Molina fue bautizado en la parroquia de la Asunción de Carenas el 28 de octubre de 1579 y con 18 años profesó en la orden de la Merced en el convento de San Agustín de Calatayud, donde un año antes entró como novicio. Tras sus estudios de Arte y Teología logró el grado de "Presentado" en 1615, fue nombrado comendador en Calatayud en 1619, donde fue reelegido en 1622. Después fue destinado como comendador en el convento de San Lázaro de Zaragoza durante más de 12 años en diversos periodos desde 1624, completó sus estudios en el Colegio de Huesca donde alcanzó en 1634 el grado de "Maestro". También fue destinado en 1628 como visitador a las casas de Andalucía y nombrado "Definidor" y "Redentor" por Aragón, fue comendador en Pamplona en 1636, asumiendo su más alto cargo como Provincial en 1637. Realizó dos redenciones en Túnez (1634) y Argel (1639) donde rescató a 227 cautivos cristianos y murió con 73 años en San Lázaro de Zaragoza en 1652 tras haber realizado numerosos prodigios. Reconocido como venerable en la Merced en el Capítulo celebrado en Huesca en 1682, se emprende un camino hacia su santidad dando a conocer su vida por los diferentes destinos donde transcurrió su vida.

 La Provincia Mercedaria de Aragón cuenta con tres importantes Santuarios

Web: https://www.mercedaragon.org/

Además de la veneración y el culto a María de la Merced, Pedro Nolasco y sus frailes hemos sentido una especial predilección por las iglesias en que se tributa culto a María, bien sea porque la Orden las construyó o se las encargaron. En este caminar mariano y redentor en cada lugar donde hay presencia mercedaria se han levantado santuarios muy importantes en las diversas naciones donde estamos presentes. En la provincia de Aragón tenemos estos tres tesoros.

 Monasterio del Olivar

https://www.monasterioelolivar.com/

 Monasterio de San Ramón


Monasterio de Santa María del Puig

https://monasteriodelpuig.es.tl/

 

También se puede acceder a la información de la Basílica de la Merced de Barcelona

https://www.basilicadelamerce.es/


© Texto e imágenes de María Pilar Saura Pérez y las webs mercedarias de referencia

  

miércoles, 29 de abril de 2020

PIDAMOS PARA QUE SE TERMINE LA PANDEMIA DEL COVID

EL COVID 19 NOS PONE EN ESTADO DE ALARMA DESDE EL 14 DE MARZO

La situación en España está siendo muy grave con más de 24.000 fallecidos, muchas personas mayores. Solo nos queda rezar por todas las personas y familias afectadas y por todos los que con su esfuerzo han salvado vidas.

Que el Corazón de Jesús, Santigo, al que pudimos visitar antes de la pandemia, como patrón de España, nos proteja junto a la Virgen del Pilar y la Virgen de la Merced. También pedimos a fray Juan de Molina que nos cuide desde el cielo.





lunes, 2 de marzo de 2020

EL LIBRO DE FRAY JUAN DE MOLINA Y ENTRENA DISPONIBLE ONLINE

 EL LIBRO DE FRAY JUAN DE MOLINA Y ENTRENA DISPONIBLE  ONLINE

Desde el siguiente enlace se puede descargar de forma gratuita la investigación sobre el venerable mercedario fray Juan de Molina. Se trata de una iniciativa importante de forma que a través de Dialnet la vida del padre Molina se encuentra al alcance de todas las personas interesadas. Una forma de promover que su causa pueda avanzar tanto entre la Comunidad Mercedaria como en los lugares donde transcurrió su vida llena de prodigios.


Fray Juan de Molina y Entrena venerable mercedario (1579-1652) camino de santidad

Imagen de portada del libro Fray Juan de Molina y Entrena venerable mercedario (1579-1652) camino de santidad


















El libro "FRAY JUAN DE MOLINA Y ENTRENA VENERABLE MERCEDARIO (1579-1652) CAMINO DE SANTIDAD" fue editado sin ánimo de lucro por la propia autora en 2015. La investigación permitió a María Pilar Saura conocer los prodigios del venerable Molina, los conventos por donde transcurrieron sus estudios, los cargos a los que fue destinado y las personalidades con las que se relacionó.

El padre Molina fue bautizado en la parroquia de la Asunción de Carenas el 28 de octubre de 1579 y con 18 años profesó en la orden de la Merced en el convento de San Agustín de Calatayud, donde un año antes entró como novicio. Tras sus estudios de Arte y Teología logró el grado de "Presentado" en 1615, fue nombrado comendador en Calatayud en 1619, donde fue reelegido en 1622. Después fue destinado como comendador en el convento de San Lázaro de Zaragoza durante más de 12 años en diversos periodos desde 1624, completó sus estudios en el Colegio de Huesca donde alcanzó en 1634 el grado de "Maestro". También fue destinado en 1628 como visitador a las casas de Andalucía y nombrado "Definidor" y "Redentor" por Aragón, fue comendador en Pamplona en 1636, asumiendo su más alto cargo como Provincial en 1637. Realizó dos redenciones en Túnez (1634) y Argel (1639) donde rescató a 227 cautivos cristianos y murió con 73 años en San Lázaro de Zaragoza en 1652 tras haber realizado numerosos prodigios. Reconocido como venerable en la Merced en el Capítulo celebrado en Huesca en 1682, se emprende un camino hacia su santidad dando a conocer su vida por los diferentes destinos donde transcurrió su vida.

© Texto e imágenes de María Pilar Saura Pérez

lunes, 17 de febrero de 2020

LA HUELLA DEL VENERABLE MERCEDARIO FRAY JUAN DE MOLINA Y ENTRENA (1579-1652) EN NAVARRA EN EL SIGLO XVII (COMUNICACIÓN IX CONGRESO SEHN)



La huella del venerable mercedario fray Juan de Molina y Entrena (1579-1652) en Navarra en el siglo XVII

The footprint of the venerable mercedarian brother Juan de Molina y Entrena (1579-1652) at Navarra in the XVII century

María Pilar Saura Pérez
Doctora en Ciencias de la Información (Universidad Complutense de Madrid)


COMUNICACIÓN REALIZADA EN EL CONGRESO ORGANIZADO POR LA SOCIEDAD DE ESTUDIOS HISTÓRICOS DE NAVARRA
IX CONGRESO GENERAL DE HISTORIA DE NAVARRA
“VIEJOS Y NUEVOS ESPACIOS DE FRONTERA”
Pamplona, del 12 al 14 de septiembre de 2018


Resumen
El objetivo de esta investigación es analizar la huella dejada por el mercedario fray Juan de Molina y Entrena en Navarra en el siglo XVII. Partiendo del estudio de los cinco conventos mercedarios que existían en Navarra desde el siglo XIII, y desaparecidos tras la desamortización eclesiástica de 1835, analizamos la trayectoria del padre Molina según sus diferentes nombramientos. La Orden de Santa María de la Merced para la Redención de los Cautivos fue fundada por San Pedro Nolasco en 1218 y celebra en 2018 el jubileo de su 800 aniversario. El mercedario aragonés fray Juan de Molina y Entrena, tal como recogen los manuscritos del Archivo de la Corona de Aragón y del padre Mendioroz, fue comendador del desaparecido convento mercedario de Santa Eulalia de Pamplona en 1636, siento sustituido por el navarro fray Ignacio Vidondo que relata en su obra Espejo Católico la extraordinaria muerte en 1652 del padre Molina. El venerable Molina visitó el convento de Pamplona varias veces, tras su nombramiento en 1637 como Provincial de Aragón, de Cataluña, de Navarra e Isla de Cerdeña. A través de la figura del padre Molina, recordamos la historia de la Orden Mercedaria, del convento de la Merced y sus vestigios, las redenciones de cautivos que le llevaron a Argel y a Túnez, donde fue como Redentor por Aragón y Navarra, donde rescató en medio de numerosos peligros a 227 cautivos, incluyendo a dos navarros. El padre Molina atravesó fronteras físicas y lingüísticas y también las fronteras imaginadas para rescatar al padre Marcelo Murillo, predicador de la Orden de San Bernardo del convento de Fitero, cuyo rescate de Túnez costó 427 escudos y cuya carta de libertad en árabe antiguo se encontraba en el Archivo Real y General de Navarra. Fray Juan de Molina y Entrena, cuya vida escribieron el padre fray Francisco Neyla y otros escritores mercedarios, fue bautizado el 28 de octubre 1579 en Carenas (Zaragoza). Vistió el hábito en Calatayud en 1596, profesando al año siguiente. Estudió Artes y Teología, adquiriendo el grado de Maestro. Fue comendador del convento de San Agustín de Calatayud, del convento de Santa Eulalia de Pamplona, y del convento de San Lázaro de Zaragoza, cuyas comunidades gobernó con gran observancia y buen ejemplo. Fue nombrado definidor de provincia y redentor por Aragón y Navarra, además de ser enviado en 1628 como visitador a Andalucía. Murió en 1652 en el convento de San Lázaro y en el Capítulo General celebrado en Huesca en 1682 fue considerado venerable por su vida llena de prodigios. Entre las conclusiones de este estudio destacamos que aunque los mercedarios tuvieron una presencia importante en Navarra perdida tras la desamortización, en la actualidad quedan la devoción a la Virgen de la Merced en Sangüesa y Corella, y restos de algunos conventos y sus obras de arte, destacando un cuadro de san Pedro Nolasco que se puede atribuir a los hermanos Leonardo de Argensola. El paso del fray Juan de Molina por Navarra no fue muy extenso pero como comendador, provincial, redentor y definidor dejó su huella en Navarra, despertando la admiración de personalidades de la época.
Abstract. 
The objective of this research is to analyze the footprint left by the Mercedarian friar Juan de Molina and Entrena in Navarre in the seventeenth century. Starting from the study of the five Mercedarian convents that existed in Navarre from the XIII century which disappeared after the ecclesiastic deasamortizations of 1835, we analyzed the trajectory of father Molina according to his different appointments. The Order of Saint Mary Virgin of Mercy for the Redemption of the Captives was founded by Saint Peter Nolasque in 1218 and celebrates in 2018 the jubilee of its 800th anniversary. The Aragonese Mercedarian friar Juan de Molina y Entrena, as recorded in the manuscripts of the Archive of the Crown of Aragon and father Mendioroz, was commander of the disappeared Mercedarian convent of Santa Eulalia de Pamplona in 1636, and he was replaced by the Navarrese father Ignacio Vidondo who recounts in his work Espejo Católico his extraordinary death in 1652 of friar Molina. Venerable Molina visited the convent of Pamplona several times, after his appointment in 1637 as Provincial of Aragon, of Catalonia, of Navarre and of the Island of Sardinia. Through the figure of Father Molina, we remember the history of the Mercedarian Order, the convent of La Merced and its vestiges, the redemptions of captives that took him to Algiers and Tunisia, where he was as Redeemer for Aragon and Navarre, where he rescued medium of numerous dangers to 227 captives, including two navarrese. Father Molina crossed physical and linguistic borders and also the imagined borders to rescue friar Marcelo Murillo, preacher of the Order of San Bernardo of the convent of Fitero, whose rescue form Tunisia cost 427 escudos and whose letter of freedom in ancient Arabic was in the Royal and General Archive of Navarre. Friar Juan de Molina y Entrena, whose life was written by Father Fray Francisco Neyla and other Mercedarian writers, was baptized on October 28, 1579 in Carenas (Zaragoza). He dressed in the mercedarian habit in Calatayud in 1596, professing the following year. He studied Arts and Theology, acquiring the degree of Master. He was commander of the convent of San Agustín in Calatayud, the convent of Santa Eulalia in Pamplona, and the convent of San Lázaro in Zaragoza, whose communities he governed with great observance and good example. He was named Definitor of Province and Redeemer by Aragon and Navarre, besides being sent in 1628 as visitor to Andalusia. He died in 1652 in the convent of San Lazaro and in the General Chapter held in Huesca in 1682 he was considered venerable for his life full of wonders. Among the conclusions of this study we highlight that although Mercedarians had an important presence in Navarra, lost after the ecclesiastic deasamortizations, nowadays there is devotion to the Virgin of Mercy in Sangüesa and Corella, and remains of some convents and their works of art, highlighting a painting of Saint Peter Nolasco that can be attributed to the brothers Leonardo de Argensola. The passing of friar Juan de Molina through Navarre was not very extensive but as commander, provincial, redeemer and definidor left his footprint in Navarre, awakening the admiration of personalities of the time.


Palabras clave: Fray Juan de Molina, mercedarios, Orden de la Merced, redención, san Pedro Nolasco
Key words: Friar Juan de Molina, mercedarians, Order of Mercy, redemption, Saint Peter Nolasque

La huella del venerable mercedario fray Juan de Molina y Entrena (1579-1652) en Navarra en el siglo XVII
1. La Orden de Santa María de la Merced. 

La Orden de Santa María de la Merced para la Redención de los Cautivos fue fundada por san Pedro Nolasco en 1218 y celebró en 2018 el jubileo de su 800 aniversario. El venerable mercedario fray Juan de Molina y Entrena llegó a ser una figura destacada dentro de la Orden en el siglo XVII, donde alcanzó en 1637 el grado de provincial de Aragón, Cataluña, Navarra e Isla de Cerdeña. Para el Reino de Navarra, el paso del padre Molina en su calidad de redentor por Navarra, comendador de Pamplona o como provincial, tiene su importancia que aumenta cuando conocemos que en la peligrosa redención de cautivos que llevó a cabo en Túnez en 1634 rescató a dos navarros, siendo uno un importante monje del convento de Fitero, fray Marcelo Murillo, de la Orden de San Bernardo.

 El objetivo de esta investigación es analizar la huella dejada por el mercedario fray Juan de Molina y Entrena en Navarra en el siglo XVII. Partiendo del estudio de los cinco conventos mercedarios que existían en Navarra desde el siglo XIII, y desaparecidos tras la desamortización eclesiástica de 1835, analizamos la trayectoria del padre Molina según sus diferentes nombramientos y personalidades navarras con las que estuvo en contacto.

Sobre la Orden de Santa María de la Merced para la Redención de los Cautivos, la tradición mercedaria fija en la noche del 1 al 2 de agosto de 1218 una intervención especial de la Virgen María. Una experiencia mariana que iluminó la mente de Pedro Nolasco y movió su voluntad para que convirtiera esa hermandad de redentores en Orden Religiosa y que continuara, bajo la bendición de la Iglesia y protección del rey de Aragón, la obra comenzada. El 10 de agosto de 1218 en la catedral de Barcelona el obispo Berenguer de Palou, en presencia del rey Jaime I impuso el hábito blanco a Pedro Nolasco y a otros doce compañeros, y lo colocó a la cabeza de la nueva familia religiosa, que se denominó de Santa María de la Merced para la Redención de los Cautivos.

2. La presencia mercedaria en Navarra y sus conventos.
El padre fray Amerio Blanco (1933, 220) estudió las encomiendas con las que contaba La Merced y  sus fechas fundacionales, destacando cinco conventos en Navarra: Pamplona (1291), Sangüesa (1299),  Estella y Tudela (ambos figuraban en el Capítulo General de 1317) y Corella (1647). Los conventos  mencionados se vieron afectados por las desamortizaciones eclesiásticas desde 1835 y sufrieron diversos avatares antes de terminar desapareciendo. En la actualidad, y según ha confirmado el provincial de Aragón fray José Juan Galve Ardid, no hay ni frailes ni monjas mercedarias en Navarra, aunque hemos encontrado que permanecen restos de algunos conventos y vestigios religiosos y artísticos. Por ejemplo, en Sangüesa y Corella se mantiene la devoción y se saca en procesión a la Virgen de la Merced. En el museo de Arte Sacro de Corella hay retablos y esculturas mercedarias. En la sacristía de la parroquia de Santiago Sangüesa hay un cuadro de san Pedro Nolasco, fundador de la Orden de la Merced, y que puede ser atribuido bien al pintor fray Agustín Leonardo o a su hermano Francisco.
 
El padre fray Guillermo Vázquez (1932b, 225-228), historiador de la Orden de la Merced, visitó el Archivo de Navarra para extractar documentos de interés. En esas fechas cercanas a mayo de 1932 el archivero era don José María de Huarte y Jáuregui que era archicofrade de la Merced que le facilitó su búsqueda. De los datos encontrados destaca el padre Vázquez que: "En Navarra tuvo la Merced no menos de cinco casas, en Pamplona, Sangüesa, Estella, Tudela y Corella. Las de Pamplona y Sangüesa aparecen por primera vez en una bula confirmatoria de 1299.../...Tudela y Estella figuran ya en las actas de 1317; Corella, en cambio, es una de las últimas fundaciones de la Orden en España, pues data de 1648".

Este religioso mercedario destaca entre las personalidades que dio Navarra a la Orden a: fray Pedro García de Sangüesa a principios del siglo XIV que fue comendador de toda Navarra; fray Pedro Baigorri que fue comendador de Sangüesa en 1388 y diez años más tarde de Pamplona. En el siglo XV se distinguieron el maestro fray Miguel de Gaviria, Provincial de Aragón y restaurador del convento de Pamplona y el venerable fray Alonso de Sevilla que destacó en Sangüesa. En el siglo XVI destacaron fray Martín de Labayen que restauró el convento de Pamplona dañado tras la toma de la ciudad por Fernando el Católico, y los maestros fray Fortún de Esparza y fray Jorge de Ongay, provincial. En el siglo XVIII sobresalieron en Tudela fray Bernardo Cariñena, arzobispo de Caller, y en Estella fray Miguel de Leranoz, general de la Orden en 1744.

Como puntualiza el padre Vázquez, aunque los conventos de Navarra pertenecían a la provincia mercedaria de Aragón, muchos navarros destacaron por su labor en la provincia de Castilla. entre ellos estaba el maestro fray Cristóbal Navarro misionero y provincial de Guatemala y después comendador de Málaga y de Madrid en 1580. Los navarros quisieron a mediados del siglo XVIII unirse a la provincia de Castilla pero no lo consiguieron, aunque a partir de entonces el Provincial de Aragón fue sucesivamente de Cataluña, de Aragón y de Navarra.

El padre Vázquez decidió visitar Sangüesa para ver lo que quedaba del convento y solo encontró los altares en la parroquia del Salvador. En el convento hubo escuelas que derribaron para levantar un nuevo grupo escolar. Este hecho desanimó al mercedario, aunque pasó por Tudela, que dista poco de Corella y que gracias a las rogativas de los mercedarios de Tudela superaron una sequía por lo que les edificaron un convento también en Corella. En su visita apreció que el convento de Pamplona "se cae a pedazos y los seminaristas podrán trasladarse pronto al ensanche, donde se levanta un edificio magnífico". El padre Vázquez (1932a, 135-172) resumió la información localizada en 1932 sobre los conventos de Navarra que pertenecían a la denominada Provincia de Aragón.
 
2.1.Convento de Pamplona
Según el padre Vázquez (1932a, 140): "La capital de Navarra no tenía convento de la Merced todavía en 1291, pero sí en 1299 y era importante ya en 1317. Estaba fuera de las murallas y fue demolido en 1521 por temor a que los franceses lo utilizaran como base de ataque. Fue reedificado dentro de la ciudad y actualmente (1932) forma parte del seminario, que parece va a ser demolido para levantar otro mejor. En 1770 tenía 46 religiosos".

En 2014 Mariano Sinués del Val analizó la historia del Convento de la Merced de Pamplona que fue también desamortizado en 1836, y derribado en 1945. Sucedió en el tiempo al medieval convento de Santa Eulalia o Santa Olalla de los Mercedarios Calzados que fue fundado en 1232 en una casa donada por el rey Sancho VII el Fuerte en el llamado campo del Arenal, frente a la iglesia de San Lorenzo, fuera de los muros de la ciudad. Este convento, de estilo gótico, contaba con un magnífico claustro. En 1512 se alojó en dicho convento el Duque de Alba. En 1521 se derribaron los conventos de San Francisco y de la Merced por estar situados cerca de los muros de la ciudad, para evitar que pudiesen ser usados por los atacantes. Tras diversos avatares, los mercedarios adquieren el solar de Casa de Estudios (antigua sinagoga), ubicada en la actual calle de la Merced, en la antigua judería. Hoy en día corresponde al espacio ocupado por el Retiro Sacerdotal del Buen Pastor y la vecina plaza de Santa María la Real.

El edificio construido contaba con una iglesia gótico-renacentista de una nave con capillas laterales y un claustro de dos plantas. Durante siglos fue unos de los centros religiosos de la ciudad. En 1836, la desamortización suprimió el convento, destinándose el edificio a cuartel de infantería hasta 1903, fecha en la que se hicieron los cuarteles en el Ensanche. Fue centro de retención de detenidos en la guerra civil (1936-39).

El director del Archivo de Navarra, D. Juan José Martinena Ruiz (1998, 45-49) escribió un interesante artículo sobre el desaparecido convento de la Merced de Pamplona, centrado en el contenido de su biblioteca, que incluía dos interesantes fotografías del Archivo Municipal de Pamplona, una con la amplia galería del sobre claustro y otra del dramático momento del derribo en 1946 tanto de la iglesia, como del convento de la Merced de Pamplona. A partir de esa referencia localizamos en el Archivo Municipal de Pamplona una colección de imágenes del fotógrafo Julio Cía que nos dan una idea de la extraordinaria belleza del desaparecido convento de los mercedarios en Pamplona.

A continuación figura una fotografía[2] realizada en 1934 por Julio Cía que recoge el exterior del claustro del convento de la Merced de Pamplona, por cuyos pasillos estuvo fray Juan de Molina, tanto en su responsabilidad de Comendador, como en sus visitas como Provincial de Aragón, de Cataluña, de Navarra e Isla de Cerdeña.

©Archivo Municipal de Pamplona. Exterior del claustro convento de la Merced, 1934, Autor: Julio CIA.

En 1946 el convento y su iglesia fueron derribados lo que debió de llenar de tristeza los corazones de la comunidad mercedaria. Lo único que se salvó fue su entrada, almacenada en depósitos municipales. Fue reconstruida en 2005 como acceso en la fachada de la Escuela Oficial de Idiomas, que fue con anterioridad residencia de la Compañía de Jesús, cuartel y desde 1984 Escuela de Idiomas.
 
2.2. Convento de Sangüesa
Sobre este convento destaca el padre Vázquez (1932a, 140): "En esta villa de Navarra se menciona por primera vez la casa e iglesia de Sta. Eulalia en la bula de 1299. La mejoró mucho en el siglo XV el venerable fray Alonso de Sevilla, que fue su comendador cincuenta años casi seguidos. Por 1511 se trasladaron a otra iglesia cerca de la parroquia del Salvador. En 1770 tenía trece religiosos. En el solar del convento se han levantado unas escuelas (1932)".
 
La noche del 24 de septiembre de 1787, día de Nuestra Señora de la Merced, se produjo un desbordamiento del río Aragón que produjo una terrible destrucción en Sangüesa donde perecieron cerca de 600 personas. Fue un hecho muy dramático (Beunzá, 1789, 12-13; 36-37, 70) porque de las 465 casas con que contaba Sangüesa solo quedaron 39 en pie. En la historia se señala: "Fácil es imaginar las escenas de aquella noche verdaderamente dantesca, en medio de una impresionante tormenta de truenos y relámpagos, y entre el fragor de las aguas y de los edificios que se derrumbaban. Completamente sorprendidos los vecinos, muchos no pudieron escapar y perecieron cerca de 600, quedando bastantes gravemente heridos".

En el relato hay una referencia a los mercedarios: "Puestos en la Plaza de San Salvador contaré a Ud. la tragedia tan lamentable que allí se representó. Los Padres Mercedarios, cuyo Convento sabe Ud. tiene vistas a ella.../...pero la escena más dolorosa para los Padres era ver, a la luz de los relámpagos, un testimonio y muestras de la desolación de los demás del Pueblo, en los difuntos, y aún personas vivas que iban llegando allí arrebatados por el aguas, y sentían sus ayes y clamores".

En el romance de la inundación de 1787, realizado por un testigo presencial, y cantado en los pueblos de la zona figura lo siguiente:

"Otros que en sus mismas camas
que en el agua iban flotando
pedían a voz en grito
el perdón de sus pecados.
y todos los religiosos
especial los mercedarios
echaban la absolución
a estos seres desgraciados"

En abril de 2018 pudimos localizar en la sacristía de la Parroquia de Santiago de Sangüesa dos obras[3] provenientes del desaparecido convento de la Merced de Sangüesa. Se trata de una escultura de la Virgen de la Merced, a la que sacan a la iglesia el día de su fiesta y le cantan una salve, y un cuadro de san Pedro Nolasco sin firmar. La riqueza arquitectónica (Fundación Lebrel Blanco) y las obras de carácter religioso de Sangüesa son muy amplias.

2.3. Convento de Estella
En la ciudad de Navarra de Estella[4] como señala el padre Vázquez (1932a, 138): "No había convento en 1299, pero sí en 1317, aunque dependiente de Pamplona todavía. En 1770 tenía 27 religiosos".

Según Javier Hermoso de Mendoza (2013):
Finalizada la 3ª Guerra Carlista en 1876, para evitar nuevos alzamientos y sosegar a la población, se estableció en Estella una guarnición militar en el Cuartel de Infantería Marqués de Estella, localizado en el antiguo convento de La Merced, situado fuera del casco urbano, en la carretera de Pamplona. El edificio, propiedad de Rosa Martínez de Andueza, y alquilado por el Ayuntamiento, estaba en malas condiciones, y las reparaciones, junto con el arrendamiento, costaban unas 1.900 pesetas al año. El cuartel estaba en el antiguo monasterio mercedario de Santa María de Salas de Estella fundado en 1268. Al dejarlo los militares se convirtió en el matadero municipal, siendo en la actualidad un solar y lo único que se conserva del edificio son la puerta y la arquería en la fachada contigua al antiguo Ayuntamiento de la plaza de San Martín.
 
2.4. Convento de Tudela
La ciudad episcopal de Tudela estaba unida al obispado de Tarazona y según el padre Vázquez (1932a, 141): "También nuestro convento, existente ya en 1317, dependía del comendador de Tarazona. Después se desarrolló y en 1504 mejoró de sitio trasladándose a la iglesia de San Nicasio cedida por el cabildo. tenía 24 frailes en 1770. Fue hijo suyo el Ilmo. fray Bernando Cariñena e Ipenza, procurador general de la Orden y arzobispo de Caller, donde murió santamente en 1722".

La existencia del convento de la Merced en Tudela (García et al., 1980, 357) está comprobada documentalmente desde el siglo XIV, aunque hay autores que señalan que pudo estar fundado desde el siglo XIII. En un principio estuvo establecido junto al Ebro, trasladándose en 1598 al centro de la ciudad, al lugar que ocupa hoy el Mercado de Abastos. En 1840 fue cuando el edificio del convento fue reconvertido en Mercado Público, actual Mercado de Abastos. Se derribó casi todo el convento, a excepción del claustro que sirvió para pórtico del mercado.


2.5. Convento de Corella
La ciudad navarra de Corella padeció según el padre Vázquez (1932a, 137) una terrible sequía en 1647: "Para implorar del cielo lluvia fueron en procesión los mercedarios de Tudela y el Señor oyó sus oraciones. El pueblo agradecido quiso que fundaran allí, como se hizo, y el largo expediente, muy honroso para la Orden, se conserva en el archivo generalicio de Roma. Tenía 18 frailes en 1770. La iglesia continúa abierta al culto (1932)".

En Corella hay dos parroquias. La parroquia de San Miguel es la más antigua de las dos de Corella y el aspecto que en la actualidad presenta la iglesia se le confirió en el Barroco. La parroquia de San Miguel celebra la festividad de la Virgen de la Merced y los vecinos acompañan a la copatrona de Corella (Tierno, 2017) en su procesión por distintos rincones de la ciudad. Preside la plaza de los Fueros la parroquia de Nuestra Señora del Rosario cuya fábrica se remonta a 1657, monumental edificio barroco en ladrillo, que asienta sobre el solar de una iglesia del siglo XVI, de la que únicamente queda la capilla bautismal.

En la ciudad de Corella hasta la desamortización del siglo XIX, había cuatro conventos: de carmelitas descalzos (1595), mercedarios calzados (1648), religiosas benedictinas recoletas (1659) y carmelitas descalzas (1722). El convento de la Encarnación, hoy convertido en museo de Arte Sacro, se fundó en 1659 para monjas benedictinas. La iglesia que todavía se conserva es de estilo barroco y cuenta con varios retablos, como el de La Virgen Dolorosa y el de Santa María de Cervelló[5], cuya procedencia es del desaparecido convento de la Merced. En el museo hay un relieve de la Virgen de la Merced con San Pedro Nolasco y ángeles vestidos de mercedarios de madera policromada y dorada de 1700, procedente de la desaparecida iglesia de la Merced. Con la misma procedencia también hay un San Pedro Nolasco de madera policromada del s. XVIII y un Ecce-Homo de madera policromada de la primera mitad del siglo XVII.

El convento mercedario fundado en 1648, perteneció en un principio a los mercedarios y en el siglo XX a la rama femenina de la misma Orden. En la historia de Corella consta que ante la sequía persistente imploraron a la Virgen de la Merced y los mercedarios de Tudela que realizaron una procesión y empezó a llover. Después les pidieron que fundaran un convento con iglesia en Corella. La construcción de la iglesia comenzó en 1659 y fue concebida según el típico modelo de templo conventual barroco del siglo XVII y presentaba planta de cruz latina, con los muros exteriores de ladrillo y una hornacina en el frontón con una escultura en piedra de Nuestra Señora de la Merced. Fue demolida en 1978 tras el abandono y la caída de una de sus torres y sus adornos fueron repartidos entre las parroquias y el Museo de Arte Sacro. Isidro Sesma (2011) incluye en su blog una imagen de la desaparecida iglesia de la Merced.
 
2.6. El destino de los conventos mercedarios tras la desamortización
El catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad Autónoma de Madrid Javier María Donézar Díez de Ulzurrun (1991) realizó numerosas investigaciones sobre el efecto de la desamortización en Navarra y el destino de sus edificios-conventos. Este investigador inventarió 45 conventos de frailes y 22 de monjas. En el listado (Donézar, 1991, 221) del 7 de junio de 1847 publicado en el Boletín Oficial de Pamplona figuraban entre los conventos que habían sido suprimidos con posterioridad al 8 de octubre de 1835 los mercedarios de Corella, Estella y Sangüesa. Madoz en su Diccionario contabilizó 29 conventos suprimidos en la diócesis de Pamplona, 6 en la de Tudela y uno en la de Tarazona, no quedando en 1847 ninguno existente. Entre estos debían estar los mercedarios de Pamplona y de Tudela.

Como destaca Donézar (1991, 179-191) en ocasiones los esfuerzos de los comisionados para encontrar lo que estaba oculto fueron enormes. Así, tras arduas investigaciones, a los Mercedarios de Pamplona se les encontraron efectos en la Basílica de S. Fermín de Aldapa y habitación del Vicario de la misma (17 de abril de 1841): "En un hueco que existe bajo una escalera, y que se conoce haber estado tapiado aparecieron una porción de papeles pertenecientes al mencionado convento, y en la sacristía e iglesia, otros efectos, muchos libros de archivo con escrituras censales, libros de recibo y gasto, libros del trigo y 17 libros de coro. Se hallaron también enseres de estos frailes en la sacristía de la iglesia de San Nicolás". A finales de 1840, por decreto se mandó que en el término de 60 días los ayuntamientos reclamaran para sí los edificios que considerasen podían ser aplicados a establecimientos de utilidad pública, y ya un año antes había publicado el Boletín de Pamplona el desmonte del edificio de Mercedarios de Tudela para la construcción, en su lugar, del Mercado público. En 1841 fue tasado el convento de la Merced de Pamplona en 932.640 reales, con una renta de 10.500 y el Seminario y el edificio de los Mercedarios fueron concedidos para cuarteles de la guarnición. Los conventos de Corella y Tudela fueron destinados a escuelas. Entre los edificios que quedaban en la Administración no utilizados en ese momento y todavía no subastados, según el Boletín de Pamplona de 23 de noviembre de 1849 estaba el convento mercedario de Sangüesa.
 
2.7. Los procesos judiciales relacionados con los conventos mercedarios de Navarra y sus privilegios reales
En el Archivo General de Navarra hay 235 procesos judiciales de los tribunales reales relacionados con los cinco antiguos conventos mercedarios de Navarra[6]. En algunos procesos se incluyen los Privilegios Reales de Nuestra Señora de la Merced del Reino de Navarra. En relación al convento Santa Eulalia de Pamplona encontramos 120 documentos (de 1600 a 1683). Relacionados con el convento de la Merced de Sangüesa figuran 24 procesos (de 1550 a 1638). En el caso del convento de Estella figuran 64 procesos (periodo de 1589 a 1680) y mencionan los nombres de algunos comendadores como José de Córdoba[7] que era comendador en 1664. En el caso del convento de Tudela constan 24 procesos (de 1554 a 1689) y en el de Corella figuran 3 documentos (1648-1663) relacionados con pleitos con otras órdenes por el derecho de fundar el convento.

Destaca la inclusión en varios procesos como el de Sangüesa[8] de 1638 de un cuadernillo impreso por Martín Labáyen[9] en 1633 de los "Privilegios Reales de la Orden de Nuestra Señora de la Merced Redempcion de Captivos Christianos deste Reyno de Navarra", que incluyen los escudos Real[10] y de la Orden, del que se pueden extraer algunas notas destacadas. Es el procurador general de los mercedarios fray Martín de Vertiz el que pide al principio del documento la impresión de los Privilegios en Pamplona el 1 de julio de 1612 por la siguiente razón:
Los Comendadores, Frayles, y Conventos de nuestra Señora de la Merced, Redempcion de Cautivos Christianos deste Reyno de Navarra: dizen, que en diversos pleytos que han tenido han ydo presentando los Privilegios que tienen dados por los predecesores de V. M. y otros se les han perdido, y los que han venido a quedarles, con la antiguedad del tiempo estan tan rotos, y gastados, y obscuros, que no se pueden leer, y desto les viene muy gran daño, y para la conservación de su drecho, y repartir por los dichos Conventos, tienen necesidad de muchos traslados, y estos no se pueden sacar de mano por ser tantos sin mucha dificultad. Suplican a S. M. mande ver los dichos Privilegios, y darles licencia para que se impriman, y que qualquiera Escrivano Real los ponga hazientes fe, de suerte que se le de tanto credito y fe, como al propio original, y pide justicia.

Por tanto, se imprimen diversos privilegios, tanto del siglo XVI como del XVII, relacionados por ejemplo con su derecho a recaudar fondos para la redención de cautivos cristianos, frente a los Trinitarios Descalzos de Puente la Reina, con los que tuvieron numerosos procesos. También sentencias contra el prior de la Cofradía del Santísimo Sacramento de Tafalla porque los mercedarios tenían prioridad para pedir limosnas antes que dichos cofrades, como ocurre también en otras sentencias mencionadas, y sentencias contra el Condestable de Navarra sobre bienes mostrencos o vacantes sin dueño conocido y otras excusando del cargo de jurado o vinculero a los bacineros que pedían limosna para la Merced.

Fray Juan de Molina fue como veremos comendador del convento de Pamplona desde 1636 al 29 mayo 1637 cuando pasa a ser nombrado provincial (1637 a 1640). En este periodo encontramos un proceso judicial[11] referido al "Fiscal contra Juan Antonio Vidaurre, alguacil de la Real Corte, sobre complicidad en la fuga del padre Ambrox, religioso del convento de la Merced en Pamplona (mercedarios), cuando lo tenía preso el prelado en su celda". Aunque las fechas del proceso coinciden con el mandato del padre Molina en Pamplona, hemos podido comprobar que no figura mencionado su nombre sino tan solo el cargo.
 
3. El venerable fray Juan de Molina y Entrena y su relación con Navarra.
El cronista de la Orden de la Merced fray José Garí y Siumell (1875, 187-188) resume así
 la vida del venerable fray Juan de Molina:

"Este venerable religioso, cuya vida y prodigios escribió el P. Neyla y otros escritores nuestros, nació y fue bautizado el día 28 de octubre 1579 en la villa de Carenas en Aragón. En su infancia hizo presagiar la eminente virtud que practicó toda su vida, siendo amado de todos por su docilidad, pureza de costumbres y afición al retiro de su casa. Con tan buenas disposiciones vistió el hábito en Calatayud a los 17 de octubre de 1596. Estudió Artes y Teología, enseñando después estas facultades y adquiriendo los grados de justicia y maestro. Fue comendador de Calatayud, de Pamplona y de Zaragoza, cuyas comunidades gobernó con grande observancia, prudencia y buen ejemplo. Hizo dos redenciones, una en Túnez el año 1633, y otra en Argel en 1639 siendo provincial de Aragón, en las que rescató 227 cautivos; a su regreso le nombraron otra vez comendador de Zaragoza. Toda su vida fue humilde, apacible, compasivo, retirado, estudioso, obediente, pobre, casto, y de una extraordinaria mortificación y penitencia, captándose por estas virtudes y su saber el respeto y la estimación de todos. Predijo la hora de su muerte dichosa que acaeció el día 20 de diciembre de 1652, quedando su cuerpo hermosísimo y flexible; viéndose al momento de su tránsito luces como estrellas sobre su celda, que subían y bajaban. En la vida de este venerable se refieren cosas maravillosas y notables prodigios.La principal hagiografía sobre el venerable fray Juan de Molina y Entrena es, sin lugar a dudas, la escrita por fray Francisco Neyla (1698) que tomó el hábito en el convento de San Lázaro en 1648 de la mano del entonces comendador fray Juan de Molina. Su manuscrito, por el momento desaparecido, sobre Los hijos del Real Convento de San Lázaro, fue resumido por Fr. Antonio Bernal del Corral para su publicación en 1698. El padre Molina, cuyo retrato localizado en la ermita de Santa Ana de Carenas figura a continuación, fue el mercedario más destacado del convento de San Lázaro de Zaragoza debido a diversos hechos prodigiosos".

Retrato de fray Juan de Molina situado
en la ermita de Santa Ana de Carenas (Zaragoza)

También, el cronista de su época, el mercedario fray Gabriel Téllez (1639, 570-579) -el prestigioso autor Tirso de Molina- justo cuando estaba terminando en 1639 su Historia General de la Orden de Nuestra Señora de las Mercedes, recibió el informe de la segunda redención del padre Molina en Argel. En esos momentos Tirso de Molina muestra una gran admiración por la figura del provincial fray Juan de Molina y comenta, con un toque literario, los peligros que vivió, destacando su carácter humilde.

La investigación realizada (Saura, 2015) durante más de tres años sobre la vida de fray Juan de Molina permitió conocer su paso por diferentes encomiendas y conventos, en su mayoría desaparecidos como el de Pamplona. Fray Juan de Molina se relacionó con personas muy relevantes del momento como el papa Urbano VIII, el rey Felipe IV y su confesor, arzobispos, arcedianos, diferentes cargos de su Orden de la Merced, personas de la nobleza, y también del pueblo llano. También, realizó dos redenciones de cautivos cristianos en Túnez y Argel, cuyas travesías por el Mediterráneo, en un siglo XVII plagado de piratería, eran complicadas, y cuyo relato parece casi una novela de aventuras.

En el Monasterio del Puig (Valencia) hay un libro del padre Amerio S. Blanco (1925, 215), postulador general de la Orden mercedaria en Roma, titulado Menologium, donde figura fray Juan de Molina como Beato a efectos de la Encomienda de Zaragoza, junto a otros denominados venerables, pero se trata de un reconocimiento dentro de la Orden y de su convento, puesto que su causa todavía no se ha llevado al Vaticano.

3.1. Los patronos navarros del convento de San Lázaro de Zaragoza
Fray Francisco Neyla describió las capillas del convento de San Lázaro, cuya figura más destacada fue fray Juan de Molina. Neyla describe en la Capilla Mayor un magnífico retablo presidido por una imagen de Nuestra Señora de la Merced. La mesa del altar, de jaspe negro, contenía un sepulcro con una urna de cristal donde estaba el Santo Cristo de Fuenterrabía. Según la historia del Santo Cristo en 1638 el ejército invasor de Francia puso sitio a Fuenterrabía, donde se profanaron muchas imágenes. El rey Felipe IV ordenó socorrer la plaza y entre los caballeros que consiguieron derrotar al enemigo se encontraba el navarro don Pablo Francés de Urritigoyti, que rescató la imagen de un Santo Cristo con los brazos y la cabeza cortados que mandó restaurar. La historia detallada del Santo Crucifijo de Fuenterrabía la recoge Roque Faci (1739, 46-47). Don Pablo junto con sus hermanos acordaron labrar la Capilla Mayor del convento de San Lázaro, su crucero y bóveda, y se convirtieron en patrones del convento.

El principal patrón de la iglesia de San Lázaro, don Pablo Francés de Urrutigoyti, ostentó la baronía de las Pardiñas de Montevilla, un título nobiliario creado por Felipe IV en 1643, que fue rehabilitado por Alfonso XIII en 1923, a favor de Jaime de Orbe y Vives de Cañamás. El título fue heredado en 1943 por Ignacio María de Orbe y Tuero, y en 1994 por la actual baronesa, Asunción de Orbe y Sivatte, residente en Navarra.

3.2. Fray Juan de Molina nombrado comendador de Pamplona en 1636
El padre Molina fue nombrado comendador del convento mercedario de Santa Eulalia o Santa Olalla de Pamplona (Neyla, 1689, 430-431) cuando contaba con 57 años. A mediados del siglo XVII quedó terminado el nuevo Convento de la Merced de Pamplona, que todavía subsistía en 1895, aunque, como señalaba Juan Iturralde y Suit (1895, 265-272): "por desgracia, dedicado a usos bien distintos de aquellos para los que fuera construido.../...convirtiéndolo en cuartel y estableciendo en su iglesia santa un almacén de pertrechos ó efectos militares". Este autor se pregunta dónde fueron a parar diversas imágenes y objetos religiosos cuando el convento pasó a ser un cuartel.

Gracias al trabajo del padre Fructuoso de Mendioroz (1807, 73) conocemos que en el año de 1636, fray Juan de Molina era comendador del Convento de Santa Eulalia de Pamplona, y que le visitó el prior de Barcelona, fray Miguel Cors, que mandó que se cobrase el trigo de la Redención. En los años 1634 y 1635 figura fray Pedro Antonio de Berobia como comendador de Pamplona. Tenemos confirmación de la tarea como Provincial de Aragón del padre Molina del que figuran sus visitas al convento de Pamplona en 1637 y 1639. El 18 de noviembre de 1637 el Comendador era fray Ignacio Bidondo (lo correcto sería Vidondo) y el Provincial Fr. Juan Molina que "mandó que se nombre Prior". El 31 de octubre de 1639, ocupan los mismos cargos los padres Vidondo y Molina, y en esta ocasión "no hay mandato especial" por parte del provincial Molina. Fray Ignacio Vidondo es el que realiza, como veremos, un informe más detallado sobre las circunstancias de la muerte del padre Molina, al que como podemos apreciar conocía por diversos encuentros y cargos ocupados. En 1641 figura como comendador de Pamplona fray Gabriel Balanza.

3.3. Nombramiento como Provincial de fray Juan de Molina en el Capítulo de 1637
En el Capítulo Provincial[12] celebrado en Barbastro del 29 de mayo al 1 de junio de 1637, figura como Maestro General fr. Dalmacio Sierra y el P. Maestro fr. Joan Molina Comendador de Pamplona. En dicho Capítulo el padre Molina será elegido Provincial de Aragón, de Cataluña, de Navarra e Isla de Cerdeña. En las votaciones del sábado 30 de mayo de 1637 se indica: "Luego el día siguiente sábado se volvieron a juntar todos los sobredichos .../... su Rmo. volvió a proponer la dicha elección de Provincial .../... se hallaron quarenta sedulas, que corresponden a los quarenta vocales, de las quales treinta y nueve dezian el P. Mº fr. Joan Molina y otra el Mº Antonio Garuz, con que quedó canonicamente electo por Provincial desta Provincia el P. Mº fr. Joan Molina". Al cierre del Capítulo el uno de junio de 1637, firma[13] junto al Maestro General fr. Dalmacio Sierra, fr. Juan Molina como Provincial. También firma[14] Fr. Joannes Molina en documentos en latín en un juicio por grave culpa contra el lego Pedro Nolasco de Pamplona (agosto 1637).

En el Capítulo Provincial celebrado en Barcelona desde el 22 de junio de 1640, junto al Maestro General fr. Dalmacio Sierra figura[15] el "Venerable P. Mº fray Joan Molina Provincial". Eran comendadores: de Zaragoza Fr. Domingo Estevan, de Calatayud Fr. Joan Antillón y de Pamplona Fr. Ignacio Vidondo. Resultó elegido Maestro General el padre maestro Fray Miguel Cors.

El jesuita Pérez Goyena (1935, 163-265) consideró que fray Ignacio Vidondo, de Oronz en el Valle de Salazar, era el más fecundo de los escritores mercedarios navarros y destaca sus diferentes obras, además de la redención de cautivos cristianos en la que participó en Argel en 1654, donde corrió peligro su vida.
 
3.4. Fray Juan de Molina elegido Definidor de Provincia en 1628 y Redentor por Aragón y Navarra.
En el Capítulo Provincial[16]. celebrado en El Olivar del viernes 30 de junio al 3 de julio de 1628, que preside Fr. Juan Cebrián como Maestro General, asiste como Comendador de Zaragoza el P. Presentado fr. Juan Molina. En las votaciones[17] el padre Molina obtiene 39 votos y resulta nombrado Definidor de Provincia. También resultó nombrado[18] "Redentor por la Provincia de Aragón y Navarra el "P. Presentado fr. Juan Molina difinidor, y Por Redentor del Principado de Cataluña Al P. fr. Gaspar Castellón".

3.5. Las redenciones de fray Juan de Molina de cautivos cristianos navarros
En los tiempos de juventud de San Pedro Nolasco (Alsina, 2014, 40) era frecuente que los musulmanes saquearan las costas españolas y se llevaran a numerosos cristianos, como esclavos, a África. Pedro Nolasco era comerciante y decidió dedicar su fortuna a la liberación del mayor número posible de esclavos. El cuarto voto de los mercedarios, consistía en la redención[19] de cautivos.

Toda esta gestión suponía muchos meses de trabajo a los redentores y en promedio (Mora, 2010, 35) una redención duraba un año. En el caso del padre Molina veremos que la redención de Túnez de 1633-1634 dura un año, desde que parte de España hasta que llega a Roma, aunque contando el tiempo anterior de preparación y la posterior vuelta Zaragoza, se pudo alargar más. La segunda redención del padre Molina en Argel en 1639 duró tan solo un mes. El periodo de 1610 a 1640, donde se enmarcan las dos redenciones del padre Molina, fue el de mayor peligro para los pueblos y aldeas de la costa española (Martínez, 2004, 33).

En la Provincia de Aragón se llevaron a cabo unas 60 redenciones, de las que dos fueron encabezadas por fray Juan de Molina. Sus dos redenciones fueron recogidas por el maestro fray Marcos Salmerón (1646, 464-476).

Respecto a la redención de fray Juan de Molina en Túnez de 1634 en el Archivo de la Corona de Aragón está el detalle de las cuentas[20], especificando al detalle todas las partidas, cuyo recibo es de 10.808 escudos y 7 sueldos. Del gasto destaca en primer lugar el rescate del padre fray Marcelo Murillo, que tenía 40 años, del convento de Fitero del Orden de San Bernardo en el Reino de Navarra, por el que gastó 400 escudos, más 16 sueldos por la carta de libertad, los derechos del guardián Baxí y otros oficiales del Baño fueron 11 escudos y 12 sueldos, los derechos al Duán fueron 10 escudos y 17 sueldos, y los derechos del Baxá 5 escudos y 18 sueldos. La libertad del padre Murillo costó en total 427 escudos y 23 sueldos, siendo el rescatado que costó más dinero.

El documento original en árabe antiguo[21] figura como: "Carta de libertad del P. fr. Marzelo de Murillo monje Cirterciense de Navarra. Pagada del Duan", cuya emisión costó a los redentores 16 sueldos, y que se encontraba en el Archivo Real y General de Navarra ( AGN, Clero, Fitero, n. 403, f. 336. "Carta de libertad del P. fr. Marzelo de Murillo monje Cirterciense de Navarra. Pagada del Duan", 1634) tras haberla buscado en diversos archivos y bibliotecas.

En la traducción del texto colaboró en 2015 el Dr. Maqsud, profesor del Área de Estudios Árabes e Islámicos, Facultad de Filología, Universidad de Sevilla (Sevilla):

Alabado sea Dios. No hay fuerza, ni poder, sino los de Dios. […………….], que cobró de su esclavo el cristiano, mayor de edad, con barba abundante, y que entre los ojos tiene una cicatriz causada por una herida, al que le falta  incisivo izquierdo. Su nombre es Fray Marcelo Murillo, [……], de origen español, quinientos reales (grandes), cobro completo, la cantidad del dinero mencionado por la libertad de su cuello, y así por ello, salió libre como los libres cristianos. Como uno más de sus semejantes con sus derechos y obligaciones y de esa forma ha quedado exento de cualquier cargo o sospecha definitivamente. Y se presentó el mencionado cristiano y confesó a su vendedor [……], que, la cantidad del dinero mencionado, se cobró por parte del mencionado cobrador del cristiano Fray Juan Molina, en  Dirhams [….], que trajo del país (España?), […….], sobre […………….], en […….], a principios del mes de Muharram, […….], año 1..., […….],[…….].

En Archivo de la Corona de Aragón[22] figuran los nombres de 98 de los 113 cautivos rescatados en Túnez en 1634. Además del padre Murillo, fray Juan de Molina rescató al navarro Miquel García de Villafranca de 40 años, por el que pagó 141 escudos.

3.6. Algunos testimonios de navarros sobre los prodigios y la muerte de fray Juan de Molina.
Un testigo (Neyla, 1698, 454) excepcional fue el navarro D. Miguel Antonio de Urrutigoyti, arcediano de Zaragoza, que: "yendo a visitarle, y entrando por su celda sintió tiernos coloquios, detúvose con pasmo, y discurriendo quien le podía hablar, entró y halló era el Niño Jesús quien respondía a los afectos de su Siervo. Esto testificó muchas veces dicho Arcediano confirmando el crédito de la santidad del maestro Molina".

El navarro fray Ignacio Vidondo (1658, 394 y 472) al sustituir a fray Juan de Molina como comendador en San Lázaro, conocía todos los detalles de los acontecimientos de su muerte. La muerte del padre Molina se produjo por la peste de la que se contagió al atender a personas enfermas. Como detalla el padre Vidondo:
El muy Reverendo y Venerable Maestro Fr. Juan Molina .../... fue grande siervo de Dios, muy penitente, y puríssimo, en la castidad, de gran espíritu, de suma abstinencia, murió el año de 1652, dizense grandes cosas de su espíritu, y profecías.../...Y aviendo venido yo por Comendador de esta casa por sucessor suyo, por el mes de Febrero inmediato, me pusieron su propia cama de madera, y la manta con que murió, y la tuve muchos meses durmiendo con ella, y por la misericordia de Dios estuve libre del contagio.

Entre las personalidades que dieron el pésame a los religiosos por la pérdida del padre Molina estaba el navarro Fr. Raymundo Lumbier (Boneta, 1687, 3) que era de Sangüesa, de la religión del Carmen, "Varón Santo, y Docto, como dicen sus escritos, y Catedrático de Prima de la Universidad de Zaragoza, llegando a expresar su sentimiento dijo: Ha muerto el honor, y crédito de todas las religiones".

La Orden de la Merced cuenta en la actualidad con amplia información de cara a emprender una posible causa de santidad del venerable Molina, pero debido a otras causas en curso solo se iniciará si se produjese un milagro que hiciese avanzar el proceso.

4. El misterioso autor del retrato de fray Juan de Molina
Mientras investigaba sobre el posible autor del retrato sin firma de fray Juan de Molina y Entrena, siendo el candidato más firme el pintor mercedario fray Agustín Leonardo, descubrí algunos datos desconocidos en la biografía (Carretero, 2005, 151-198) de dicho pintor coetáneo del padre Molina. Por el proceder de fray Juan de Molina que destacaba por el cumplimiento de su voto de pobreza, rechazando bienes que no fueran destinados al convento, era difícil que permitiese pagar por un retrato propio. Sin embargo, si un compañero mercedario y pintor se ofreció a pintar su retrato entonces es factible que accediera.

El padre Guillermo Vázquez (1933, 460-461) destaca la obra del pintor fray Agustín Leonardo y menciona su paso por Andalucía, Valencia y Madrid, además de los cuadros realizados en Aragón, en el Monasterio de El Olivar y en el convento de Santa Eulalia de Barcelona.

El pintor fray Agustín Leonardo coincide en sus nombramientos con fray Juan de Molina en los mismos territorios. En el Capítulo Provincial de Huesca[23] de 1631 el padre predicador fray Agustín Leonardo fue nombrado comendador de Montblanque (Montblanc, Tarragona). Aunque fray Agustín Leonardo fue nombrado para el periodo 1631-1634, al inicio del siguiente Capítulo figura que asiste como comendador de Montblanc fray Martín Vespín. Con la ayuda del investigadores de Montblanc,  Josep María Grau I Pujol y del Sr. Damiá Amorós Albareda, conservador del Museu de Poblet, revisamos los fondos del Museu Marès de Monblanc y otras colecciones encontrando parecido en algunos cuadros anónimos de la época de fray Agustín Leonardo. Sin embargo, tras su revisión por la profesora Rebeca Carretero de la Universidad de Zaragoza, no encontró semejanzas formales con sus obras conocidas.

En el Capítulo Provincial de Barbastro[24] de 1634 fue cuando resulta designado comendador de Sangüesa hasta 1637. Fray Agustín Leonardo fue nombrado para el periodo 1634-1637, sin embargo al inicio del siguiente Capítulo figura que asiste como Definidor de Provincia. Mientras el padre presentado fray Agustín Leonardo era nombrado comendador de Sangüesa, los siguientes mercedarios eran nombrados comendadores de los otros conventos de Navarra: fray Juan Ángel de Tudela, fray Antonio de Borobia de Pamplona y fray Antonio Garuz de Estella. Mientras el pintor mercedario estaba en Sangüesa fue nombrado en 1636 comendador de Pamplona el padre Molina, por lo que estaban a poca distancia y relacionados.

Al inicio del Capítulo figuran como comendadores: fray Joan Molina de Pamplona, fray Joan Ángel de Tudela, fray Diego Montull de Estella y fray Antonio Villaries de Sangüesa.

En el Capítulo Provincial de Barbastro de 1637 fray Agustín Leonardo de Argensola asiste en calidad de Definidor de Provincia, cuando resulta elegido el padre Molina Provincial de Aragón, Cataluña, Navarra e Isla de Cerdeña. El 29 de mayo de 1637 al ser nombrado Definidor de Provincia es la primera vez que consta con el segundo apellido de Argensola. También hay que destacar que resultó elegido Maestro General fray Dalmacio Sierra, que era el anterior Provincial. En el Capítulo Provincial de Barcelona[25] de junio de 1640 fray Agustín Leonardo de Argensola pide ser expuesto a Presentado de Púlpito y queda expuesto o aceptado, siendo fray Dalmacio Sierra el Maestro General. Resultaron elegidos comendadores de Estella fray Diego Montull, de Sangüesa fray Sebastián Ganuza y de Tudela fray Gil Pérez de Ortuña.

Fray Agustín Leonardo fue con el Maestro General y el Provincial Molina al convento mercedario madre de Barcelona, donde realizó numerosas obras (Fernández, 1870, 254-264) todas desaparecidas. Entre dichas obras realizó un retrato (Férnandez,1870, 259) en 1640 al padre Dalmacio Sierra cuya descripción es la siguiente: "Sigue un pequeño cuadro al pié del arco de enmedio, donde se divisa y media en letras grandes: Fr. Dalmatius Sierra, 1640". En el retrato del padre Molina también figura con letras grandes su nombre. Pudo por tanto en la misma época realizar el retrato del padre Provincial Molina. Respecto a la fecha de la muerte de fray Agustín Leonardo no existe un dato preciso pero consta (Fernández, 1870, 264) que murió después del año de 1641, porque hay referencias a: "un registro de su patente de Presentado de Púlpito el 4 de septiembre de 1641".

Respecto al siguiente cuadro de san Pedro Nolasco[26] localizado en la sacristía de la parroquia de Santiago de Sangüesa, presenta muchas similitudes con el retrato de fray Juan de Molina y Entrena, por ejemplo en los pliegues del hábito mercedario, el escudo, la identificación en la parte superior o el detalle de las manos.

Cuadro de san Pedro Nolasco, sacristía de la Parroquia Santiago de Sangüesa (Navarra)

Consultada la investigadora Rebeca Carretero Calvo de la Universidad de Zaragoza para conocer su opinión apreció más parecido con un cuadro de san Pedro[27] realizado por el hermano de fray Agustín Leonardo que era también pintor y se llamaba Francisco. Francisco Leonardo estuvo algunos años por Corella donde también había un convento mercedario, pero no consta que estuviese en Sangüesa. Destaca Carretero (2005, 171 y 178) que los profesores Calvo Ruata y Criado Mainar han atribuido a Francisco Leonardo y datado hacia 1624 dos lienzos de San Pedro y San Pablo del Hogar Doz de Tarazona –sito en las dependencias del antiguo Colegio de la Compañía de Jesús– y ahora propiedad de la Diputación Provincial de Zaragoza. El pintor Francisco Leonardo se casó varias veces al fallecer sus esposas, con un nuevo matrimonio el 5 de febrero de 1646 con la corellana Jerónima de Ribas y Sesma en la parroquia del Rosario de Corella (Navarra). Según el investigador José Luís de Arrese (1989, 141) Francisco Leonardo residió muchos años en la localidad de Corella en casa de sus suegros.

Lo cierto es que ambos hermanos tenían la misma influencia del padre pintor Agustín Leonardo "El Viejo" y compartían similitudes en su estilo. Al pintor fray Agustín Leonardo de Argensola se le atribuyen varios cuadros de san Pedro Nolasco fundador de la Orden de la Merced. El padre Devesa Blanco (1984, 11-20) le atribuyó a fray Agustín Leonardo un cuadro de san Pedro Nolasco[28] localizado en el convento de la Carmelitas Descalzas de Ronda, que ocupan el antiguo convento de la Merced. La profesora Carretero consideró que la atribución del padre Devesa era acertada.

5. Conclusiones
Como conclusiones principales de este estudio destacamos:
- Aunque la presencia de la Orden de la Merced fue importante en Navarra desde el s. XII al XIX, con cinco conventos en Pamplona, Sangüesa, Estella, Tudela y Corella, los efectos de la desamortización de Mendizábal provocaron otros usos y finalmente su desaparición.
- En la actualidad no hay mercedarios, ni frailes ni monjas, en Navarra, pero quedan la devoción mercedaria a la Virgen de la Merced en Sangüesa y Corella, y algunos vestigios mercedarios, como restos de sus conventos y esculturas y cuadros del fundador de la Orden san Pedro Nolasco.
- El paso del venerable fray Juan de Molina por Navarra no fue muy extenso, pero no solo fue comendador de Pamplona sino que tuvo que visitar y gestionar asuntos de sus diferentes conventos en su categoría de provincial de Aragón, Cataluña, Navarra e Isla de Cerdeña, y también como definidor.
- Su nombramiento como redentor por Aragón y Navarra le llevó a realizar dos redenciones, donde rescató a 227 cautivos cristianos, entre los que se encontraban dos navarros, siendo de especial importancia el padre Murillo de Fitero, que fue el más costoso de los rescatados en su peligrosa redención de 1634 en Túnez.
- Varias personalidades de Navarra, los hermanos Urrutigoyti, los padres Vidondo y Lumbier, conocieron de primera mano al padre Molina y dieron a conocer sus prodigios y la forma de su muerte.
- El prestigioso pintor mercedario fray Agustín Leonardo de Argensola, y también su hermano Francisco, coincidieron en Navarra con el padre Molina, del que pudieron realizar su retrato, con similares características al cuadro de san Pedro Nolasco localizado en la parroquia de Santiago de Sangüesa, donde el pintor mercedario fue comendador.

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[2] Archivo Municipal de Pamplona. Exterior del claustro convento de la Merced, 1934, Autor: Julio CIA.
[3] La medida de la Virgen de la Merced es de 145cm de alto y no es talla, es una imagen vestida que tiene rostro y manos. El san Pedro Nolasco mide de alto 130 cm y de ancho 85 cm, ambas medidas incluido el marco, que tiene un grosor de 8 cm.
En la web de la Fundación Lebrel Blanco http://www.lebrelblanco.com/anexos/atlas-Sanguesa-Sanguesa.htm figuran numerosas imágenes de los monumentos religiosos de Sangüesa.
[4] Obra de interés: Goñi Gaztambide, J. (1990). Historia Eclesiástica de Estella. Pamplona: Gobierno de Navarra, Departamento de Educación, Cultura y Deporte.
[5] Santa María de Cervelló (Barcelona, 1230-1290) fue la primera religiosa mercedaria.
[6] El análisis en profundidad de dichos procesos abre el camino a investigaciones futuras en la materia.
[7] Archivo Real y General de Navarra (1664). ES/NA/AGN/F017/104327. Estella contra José de Córdoba. Tribunales Reales 1664. Consejo Real de Navarra. Fechas:1664.02.11 - 1664.02.19. Folios 14.
[8] Archivo Real y General de Navarra (1638). ES/NA/AGN/F146/298714. Convento de la merced de Sangüesa y Miguel Calvo y Monreal contra diputados de los valles de Urraul Alto y Urraul Bajo. Cuadernillo impreso de los privilegios de la Orden de Nuestra Señora de la Merced. Corte Mayor de Navarra. Fechas: 1638-01-27 - 1638.03.12. Folios impresos 54 de 73.
[9] Fray Martín Labáyen era entonces comendador perpetuo del Monasterio mercedario de Santa Eulalia de Pamplona.
[10] Los mercedarios de dirigen al rey Felipe IV para conseguir la impresión y apoyo a sus Privilegios, pero las referencias de los Privilegios abarcan también las épocas de los reyes anteriores Carlos I (1500-1558), Felipe II (1527-1598) y Felipe III (1578-1621).
[11] Archivo Real y General de Navarra (1636). ES/NA/AGN/F146/202183. El Fiscal contra Juan Antonio Vidaurre, Procesos judiciales, Corte Mayor de Navarra, 1636.04.07-1636.08.19. Folios 23. Desde estas líneas agradecemos a D. Félix Segura Urra, Jefe de Sección del AGN, su colaboración para tratar de localizar referencias más precisas del paso de fray Juan de Molina por Navarra y en especial por Pamplona. En la mayoría de procesos se refieren al Comendador y frailes de determinado convento mercedario pero sin especificar los nombres.
[12] A.C.A., Órdenes Religiosas y Militares, Monacales-Hacienda, Volumen 2659, pp. 231v. y 232v.
[13] A.C.A., Órdenes Religiosas y Militares, Monacales-Hacienda, Volumen 2659, manuscrito Capítulo Provincial convento de Barbastro del 29 de mayo al 1 de junio de 1637, p. 236v.
[14] Ibídem, p. 243v.
[15] Ibídem, p. 248v.
[16] A.C.A., Órdenes Religiosas y Militares, Monacales-Hacienda, Volumen 2659, p. 194.
[17] Ibídem, p. 196.
[18] Ibídem, p. 200.
[19] En la materia del significado de la redención de cautivos se puede encontrar amplia información en www.merced.org.
[20] Archivo de la Corona de Aragón. Recibo y gasto de la redempcion de captivos de los reynos de Aragon y Navarra hecha dicha redempcion por mí el presentado fr. Juan Molina en la ciudad de Tunez en Berbería año 1634 (Manuscrito; ACA, Monacales-Hacienda, vol. 2704, fol. 107-119.
[21] Archivo Real y General de Navarra, AGN, Clero, Fitero, n. 403, f. 336. "Carta de libertad del P. fr. Marzelo de Murillo monje Cirterciense de Navarra. Pagada del Duan", 1634.
[22] ACA. Archivo de la Corona de Aragón. Memorial, y llista de la redemptio que ha feta la provincia de Cathalunya y Arago del Orde de Nostra Senyora de la Merce Redemptio de Catius en la ciutat de Tunes en lo present any M.DC.XXXIIII .../... y per lo Regne de Arago lo Pare Presentat Fr. Ioan Molina. En Barcelona, en la Estampa de Gabriel Nogues, en lo carrer de S. Domingo, Any 1634, ACA, Monacales-Hacienda, vol. 2705, fol. 124.
[23] A.C.A., Órdenes Religiosas y Militares, Monacales-Hacienda, Volumen 2659, manuscrito Capítulo Provincial convento de Huesca del 20 al 23 de junio de 1631, p. 205v.
[24] A.C.A., Órdenes Religiosas y Militares, Monacales-Hacienda, Volumen 2659, manuscrito Capítulo Provincial convento de Barbastro del 12 al 16 de mayo de 1634, pp. 216, 230v.-232,
[25] A.C.A., Órdenes Religiosas y Militares, Monacales-Hacienda, Volumen 2659, manuscrito Capítulo Provincial convento de Barcelona iniciado el 22 de junio de 1640, pp. 249v. y 252.
[26] Cuadro de san Pedro Nolasco, sacristía de la Parroquia Santiago de Sangüesa (Navarra) fotografiado en abril de 2018.
[27] La imagen del cuadro de san Pedro está incluida en la Colección DPZ (NIG 536). Foto Cacho & Jaime S. C.
[28] Mi agradecimiento a la Hermana Jennifer que me facilitó una imagen en color del cuadro y sus dimensiones de 125 cm de alto por 214 cm de largo.


© Texto e imágenes (salvo las facilitadas) de María Pilar Saura Pérez