miércoles, 30 de noviembre de 2016

LA CONFERENCIA SOBRE FRAY JUAN DE MOLINA CELEBRADA EN EL PALACIO DE CAPITANÍA DE BARCELONA EL 23 DE NOVIEMBRE

Todo mi agradecimiento a las autoridades militares por ceder el Palacio de Capitanía para la realización de la conferencia sobre el venerable mercedario Fr. Juan de Molina, que estuvo organizada por el coronel Alfonso Caracuel, director del Centro de Historia y Cultura Militar Pirenaico. La conferencia estuvo precedida por las explicaciones sobre el Palacio del teniente coronel Campanero, gobernador del Palacio, siendo el padre Domingo Lorenzo Mezquita, vicario provincial, el encargado de decir unas palabras en nombre de la Orden de la Merced. También estuvo presente y respondió algunas preguntas en el coloquio posterior el padre Joaquín Millán. El Teniente General Inspector del Ejército pronunció las palabras de cierre del evento.



Información publicada por la Inspección General del Ejército sobre la conferencia sobre fray Juan de Molina

En el siguiente enlace se aprecia la información e imágenes publicadas.


Noticias/ lunes 28 de noviembre de 2016/ Número: 85
Conferencia sobre la vida de Fray Juan de Molina

El Palacio de Capitanía General de Barcelona fue escenario del relato de la vida del venerable religioso de la Orden de la Merced Fray Juan de Molina y Entrena, nacido en 1579 en la localidad aragonesa de Carenas.

María Pilar Saura Pérez, doctora en Ciencias de la Información, ha investigado durante más de tres años sobre las encomiendas de Fray Juan de Molina, sus redenciones de cautivos y sus prodigios. Su vida ha quedado recogida en el libro «Fray Juan de Molina y Entrena, venerable mercedario (1579-1652). Camino de santidad», que brillantemente resumió en una conferencia pronunciada en el Salón del Trono del Palacio de Capitanía, escenario elegido por ser el primer convento de la Orden de la Merced, y cuya historia fue presentada con anterioridad por el teniente coronel Miguel Ángel Campanero, actual gobernador del Palacio de Capitanía o Palacio de la Merced.

El padre Domingo Lorenzo Mezquita, vicario provincial de la Orden de la Merced, intervino al finalizar la conferencia alabando la labor investigadora de la doctora Pilar Saura y agradeciendo las explicaciones sobre el Palacio del teniente coronel Campanero.

Fray Juan de Molina y Entrena
Fray Juan de Molina estudió Artes y Teología, adquiriendo el grado de maestro. Fue comendador de los conventos de San Agustín de Calatayud, de Santa Eulalia de Pamplona y de san Lázaro de Zaragoza y nombrado definidor de provincia y redentor por Aragón y Navarra. Hizo dos redenciones partiendo desde el convento de la Merced, una en Túnez el año 1634 y otra en Argel en 1639, en las que rescató a 227 cautivos cristianos. A su regreso es nombrado comendador de Zaragoza. Murió con 73 años y fue enterrado en la Capilla del Eccehomo del convento de San Lázaro. En el Capítulo General celebrado en Huesca en 1682 fue considerado venerable.

 
María Pilar Saura. (Foto:OC-IGE. Sdo Tarancón)

María Pilar Saura y el padre Domingo Lorenzo. (Foto:OC-IGE. Sdo Tarancón)

Agradecimiento a María Pilar Saura. (Foto:OC-IGE. Sdo Tarancón)


Palabras pronunciadas por fray Domingo Lorenzo, vicario provincial de la Orden de la Merced



FRAY JUAN DE MOLINA Y ENTRENA
DEL OLVIDO AL RESCATE
UNA VIDA EN LA PROVINCIA DE ARAGÓN

Excelentísimas autoridades militares
y amigos todos:

La figura señera de fray Juan de Molina y Entrena nos ha convocado esta tarde en este extraordinario edificio de la Capitanía General, otrora Real Convento de la Merced dedicado a la mártir santa Eulalia.

Con toda seguridad que el M.R. P. Provincial, Fr. José Juan Galve Ardid, desearía estar hoy aquí, pero las obligaciones de su cargo lo tienen acompañando a las Vicarías Mercedarias de Venezuela y Centroamérica. En su nombre y en el de toda la Provincia Mercedaria de Aragón les saludo y expreso un sincero agradecimiento.

Agradecimiento, en primer lugar, a Dios nuestro Señor y a la Santísima Virgen de la Merced, Nuestra Madre, la Redentora de Cautivos que nos permiten ilusionarnos con el Jubileo de la Merced casi a las puertas de los 800 años, que celebraremos Dios mediante en el 2018. Ocho siglos llevando libertad, tras los pasos de Cristo Redentor, a imitación de nuestro Fundador san Pedro Nolasco. Jubileo en el que Barcelona será punto de peregrinación para saludar a María, madre de Cristo Redentor, madre de la Orden redentora y madre de todos los redimidos.

Agradecimiento a ustedes, autoridades de esta Capitanía General que nos han permitido entrar en su casa, la que tan amablemente y siempre que lo solicitamos nos ofrecen como casa nuestra; la que fuera Convento de la Merced, símbolo de la libertad.
Agradecimiento al Teniente Coronel Miguel Ángel Campanero por la magnífica Reseña histórica del que fuera primer convento de la Merced. Al escucharle ha sido fácil viajar con la imaginación a los primeros tiempos de la Orden de la Merced y contemplar la intensa actividad de aquellos religiosos, volcados en redimir cautivos y curar heridas físicas y psíquicas de los rescatados. Fuego de caridad encendido ante el Santísimo y alentado con la mirada de la Madre de la Merced.
¡Cuántos cautivos y redentores pisaron estos atrios; cuantos al vislumbrar el puerto de Barcelona y las puertas del convento se sintieron salvados después de una vida de penalidades! ¡Con qué alegría se encaminaban hacia la Basílica para dejar sus cadenas a los pies de la Santísima Virgen!. ¡Cuánto conoce Barcelona de Caridad Redentora! ¡Cuánto dinero volcado en esta empresa de liberación! ¡Cuánta sangre entregada como moneda de rescate! Sólo Dios lo sabe.
¡Gracias, Teniente Coronel Miguel Ángel Campanero. Y gracias también al Coronel Alfonso Caracuel Ayerbe por haber organizado este evento que hoy nos reúne aquí.

Agradecimiento a Dª Pilar Saura que ha hecho posible que fray Juan de Molina, hombre de una talla extraordinaria fuera rescatado del olvido en que se hallaba sumida esta figura ilustre del acervo cultural mercedario. Esa minuciosidad a la vez que constancia en investigar y dar a conocer la figura de Fr. Juan de Molina ha suscitado en mí el recuerdo de la conocida Rima de Gustavo Adolfo Bécquer:

Del salón en el ángulo oscuro,
de su dueña tal vez olvidada,
silenciosa y cubierta de polvo,
veíase el arpa.

¡Cuánta nota dormía en sus cuerdas,
como el pájaro duerme en las ramas,
esperando la mano de nieve
que sabe arrancarlas!.

Sí, Dª Pilar. Ud. ha sido la “mano de nieve” que ha sabido sacar a la luz la grandeza humana, la caridad redentora, la talla intelectual de este religioso mercedario, del que los frailes capitulares reunidos en Huesca, en el año 1682, determinaron que se indagase en su santa vida para que fuera elevado al honor de la Gloria de Bernini.

Sólo habían pasado 30 años desde su muerte. Muchos religiosos capitulares le habían conocido y sabían de su vida y virtudes. De ahí su determinación a iniciar un proceso. Pero en la medida que fueron pasando los años, con generaciones de mercedarios que ya no le trataron personalmente, la determinación capitular se fue quedando en un buen deseo. El polvo de años y siglos fue configurando un profundo manto de olvido y silencio por parte de la Orden de la Merced, como el arpa de la rima, por parte de su dueña.

Y Ud, con sus escritos, sus ponencias y, sobre todo, con su entusiasmo, está poniendo al descubierto la grandeza de su figura.  ¡Gracias, Dª Pilar!.

Tal como Ud. ha expuesto su figura, para los mercedarios de hoy Fr. Juan de Molina sigue siendo actual y su ejemplo nos compromete. Una vida que se entrega por los demás aun con el riesgo de perder la propia. Una vida desprendida y generosamente ofrecida como canje.

A Fray Juan de Molina, fruto espléndido de caridad mercedaria, Maestro en Teología y ardiente predicador de la Palabra de Dios, que ejerció los cargos confiados buscando más ser amado que temido, le sientan bien las palabras de la Sagrada Escritura en el libro de Daniel:

Los sabios brillarán como el resplandor del firmamento;
y los que guiaron a muchos por el buen camino,
resplandecerán como estrellas por toda la eternidad” (Dn 12,3)

Agradecimiento a todos Uds. que han tenido a bien acudir hoy a esta casa y acompañarnos en tan emotiva celebración. En nombre del Superior Provincial y en el de toda la Familia Mercedaria. ¡Muchas gracias a todos!


PADRE DOMINGO LORENZO MEZQUITA
VICARIO PROVICIAL DE ARAGÓN
23 NOVIEMBRE 2016
  

Breve video de Pilar Saura sobre el paso del venerable fray Juan de Molina por el convento fundacional de la Merced en Barcelona


La presencia de la Orden de la Merced en Barcelona

El Palacio de Capitanía que fue el convento fundacional de la Merced

Sobre la fundación de la Orden de la Merced, en una lápida situada en el Monasterio de la Merced de Barcelona, cuyo análisis recoge una compulsa de documentos del antiguo archivo de la Merced en Barcelona[1], se confirma el 10 de agosto, día de san Lorenzo, de 1218. Dicha lápida, cuyo dibujo figura a continuación, estaba en el puente que comunicaba el convento con el coro de la iglesia. En la siguiente imagen se aprecia el dibujo de la lápida que pone en catalán: "Aquest es lo Prime Monastir del Orde de la Verge Mª de Merce a X de Agost fundat ani MCCXV...", lo que quiere decir "Aquí está el primer monasterio de la Virgen María de la Merced fundado el 10 de agosto de 1218". Las tres barras finales están desdibujadas, pero en el análisis los expertos especifican, con inclusión de declaraciones de testigos, que se tenía que tratar del año 1218. Precisamente en 2018 se celebrará el Jubileo de la Merced, en el 800 aniversario desde su fundación.


[1] © Archivo Histórico Provincial de Huesca. ES/AHPHU-U-000355, Universidad Sertoriana, Revisión del Archivo del Monasterio de la Merced de Barcelona, 1721-1722, p. 62 v.





La Basílica de la Merced con la Virgen de la Merced



La advocación de los mercedarios es la Merced, referida a María, está vinculada con el nacimiento de la Orden. Santa María de la Merced, que se celebra 24 de septiembre, significa la merced por excelencia de redimir cautivos. Como explica el padre fray Luis Vázquez ("Santa María de la Merced", Colección Familia Mercedaria, nº 2, pp. 4-5) si bien María inspira a Nolasco la fundación de una Orden consagrada a redimir cristianos de la cautividad sarracena, la advocación es posterior. La Orden se llamó durante el primer tiempo de "Santa Eulalia" por el lugar donde se fundó, el Hospital de Santa Eulalia, que se traslada al espacio que donó Raimundo de Plegamáns en 1232, y que se llamó del mismo modo de Santa Eulalia. También se denominó la Orden "agustina" por haber asumido la regla de San Agustín. En 1243 se daba a los cofrades el hábito de Santa María, y se le dio a la Virgen el título de Santa María de la Merced, que equivale a Madre de Dios de la Misericordia.

La Virgen se le apareció a San Pedro Nolasco el 1 de agosto de 1218 según consta[1]: "Síguese porqué razón Ntro. Sr. Dios quiso consolar e informar a este Sto. Varón Pedro Nolasco apareciéndole la Virgen Sta. María Ntra. Sra. El qual Sancto Varon a la media noche, quando todas las cosas están quietas, y con silencio, en aquella hora estavan sus ojos velando, y con abundancia de lágrimas su corazón en atalaya, sus suspiros como correos a Dios, llebando la embaxada, de su necessidad, y esto era en el primero día de Agosto, porque dize el original Kalenndas Augusti anyo del Nacimiento de Mil Ducientos diez y ocho, quando la Virgen sin manzilla Ntra. Sra. se le apareció para revelarle lo que Dios tenía ordenado".


[1] Archivo Histórico Provincial de Huesca. ES/AHPHU-U-000355, Universidad Sertoriana, op. cit., p. 48.

La talla de Nuestra Señora de la Merced de la Basílica de la Merced de Barcelona, que figura en la siguiente imagen, es gótica del siglo XIV, realizada por escultor Pere Moragues en 1361, pero se supone que hubo otra anterior. Siglos más tarde, en 1687, Barcelona sufrió una plaga de langostas y se puso en manos de la Virgen de la Mercè. Acabada la plaga, el Consejo de la Ciudad la nombró patrona de Barcelona. Pero el Papa no ratificó la decisión hasta dos siglos más tarde, en 1868. La historia de la imagen fue publicada por fray Manuel Mariano Ribera en 1736. 



El Museo Diocesano con la imagen original más antigua de alabastro de la Virgen de la Merced

Las imágenes corresponden a una escultura más antigua de una "Virgen con el Niño Siglo XIV Procedente de la Mercè" . En el Arxiu Fotogràfic de Barcelona cuentan con una fotografía de frente de dicha Virgen (de autor anónimo) que pone por detrás: "Virgen de alabastro, procedente del templo de La Merced, encontrada en los desvanes, envuelta en trapos. Estuvo muchos años en el despacho particular del párroco de La Merced, pero después al Seminario ...". La imagen resulta muy tierna al acariciar el Niño Jesús la cara de la Virgen María.



Curia Provincial de la Merced en Barcelona




Santa María del Mar con su vidriera mercedaria


La Catedral con el sepulcro de Santa Eulalia, el retablo de la fundación de la Orden de la Merced y la capilla de San Ramón Nonato




La hornacina y escudo de la Merced en la Plaza del Rey






© María Pilar Saura Pérez


sábado, 19 de noviembre de 2016

CONFERENCIA SOBRE FRAY JUAN DE MOLINA Y ENTRENA EN EL PALACIO DE CAPITANÍA DE BARCELONA

Por invitación del Teniente General Inspector General del Ejército y con la coordinación del director del centro de Historia y Cultura Militar Pirenaico, Coronel Alfonso Caracuel Ayerbe, se celebra en noviembre en el Palacio de Capitanía de Barcelona la conferencia sobre “Fray Juan de Molina y Entrena, venerable Mercedario (1579-1652), camino de santidad”, por María Pilar Saura Pérez, Doctora en Ciencias de la Información, precedida por una “Reseña histórica del Palacio de Capitanía que fue el primer convento de la Orden de la Merced”, a cargo del Teniente Coronel Miguel Ángel Campanero, Gobernador del Palacio. El Padre Domingo Lorenzo Mezquita, Vicario Provincial dirá unas palabras de cierre en nombre de la Orden de la Merced.

María Pilar Saura Pérez, nacida en Quart de Poblet (Valencia) y residente en Madrid, es doctora en Ciencias de la Información (Universidad Complutense de Madrid). Durante más de tres años ha investigado sobre la trayectoria y los prodigios del venerable mercedario fray Juan de Molina y Entrena nacido en Carenas (Zaragoza) hace 437 años y que murió en Zaragoza en 1652 bajo un halo de santidad. La Orden de la Merced fue fundada en Barcelona por San Pedro Nolasco en 1218, por lo que en 2018 se celebrará el Jubileo de los 800 años de la Orden.


Fray Juan de Molina y Entrena, venerable religioso de la Orden de la Merced, cuya vida y prodigios escribieron el padre Neyla y otros escritores mercedarios, fue bautizado el 28 de octubre 1579 en la villa de Carenas en Aragón. En su infancia hizo presagiar la eminente virtud que practicó toda su vida, siendo amado de todos por su docilidad, pureza de costumbres y afición al retiro de su casa. Con tan buenas disposiciones vistió el hábito en Calatayud el 17 de octubre de 1596, profesando al año siguiente. Estudió Artes y Teología, adquiriendo el grado de maestro. Fue comendador del convento de San Agustín de Calatayud, del convento de Santa Eulalia de Pamplona, y del convento de San Lázaro de Zaragoza, cuyas comunidades gobernó con gran observancia, prudencia y buen ejemplo. Fue nombrado definidor de provincia y redentor por Aragón y Navarra, además de ser enviado por fray Juan Cebrián en 1628 como visitador a Andalucía. Hizo dos redenciones que partieron del puerto de Barcelona, una en Túnez el año 1634 en la que rescató 113 cautivos cristianos, de los que 21 eran catalanes; y otra en Argel en 1639, en las que rescató a 114 cautivos, de los que 3 eran de Barcelona. En la segunda redención era provincial ya desde 1637 de los reinos de Aragón, de Cataluña, de Navarra y la isla de Cerdeña. A su regreso le nombraron de nuevo comendador de Zaragoza. Participó en la fundación del Colegio de San Pedro Nolasco de Zaragoza en 1647. Toda su vida fue humilde, apacible, compasivo, retirado, estudioso, obediente, pobre, casto, y de una extraordinaria mortificación y penitencia, logrando por estas virtudes y su saber, el respeto y la estimación de todos. Predijo la hora de su muerte dichosa, que sucedió con 73 años el día 20 de diciembre de 1652, quedando su cuerpo hermosísimo y flexible, viéndose en su tránsito luces como estrellas sobre su celda, que subían y bajaban. Fue enterrado en la Capilla del Eccehomo del convento de San Lázaro. En el Capítulo General celebrado en Huesca en 1682 fue considerado venerable y a principios del siglo XX figura en el Menologium de los mercedarios como beato solo a efectos de su encomienda de Zaragoza. En su vida se refieren cosas maravillosas y notables prodigios.


CATALANES RESCATADOS POR EL PADRE MOLINA 
EN TÚNEZ Y ARGEL
 (TAL COMO FIGURA ESCRITO SU NOMBRE, 
ARCHIVO DE LA CORONA DE ARAGÓN)

RESCATADOS POR P. MOLINA EN TÚNEZ 1634
ORIGEN
NOMBRE Y APELLIDO, CARGO, PROCEDENCIA
EDAD
Catala
7
Pare Fr. Rafel Roca, Orde San Fco., Riudoms, Tarragona
22
Catala
9
Fr. Ramon Soler, Cavaller Malta, Leyda
32
Catala
29
Antoni Costa, de Pineda, Girona
40
Catala
30
Aurque Castellar, de Mataro, Barcelona
26
Catala
31
Adria Manca
40
Catala
46
Esteva Vayá, de Mataro, Barcelona
47
Catala
48
Francesch Ballester, de Vilanova, Barcelona
25
Catala
49
Francesch Llargues, Barcelona
40
Catala
53
Felip Bosch, Barcelona
28
Catala
58
Garau Boixo, de begur, Gerona
30
Catala
61
Joan Arcis, de Manresa, Vich
40
Catala
62
Jaume Soler, Sta. María del Mar, Elna
50
Catala
63
Jaume Coscoll, de Vila de Aulesa, Barcelona
40
Catala
64
Jerony Testori, de Mataro, Barcelona
50
Catala
65
Joan Ramon, de Palamos, Gerona
48
Catala
66
Joan Farrer, de Arenys, Gerona
50
Catala
67
Joan Co, Arenys, Gerona
52
Catala
68
Jaume Pica, de Canet, Gerona
40
Catala
83
Miquel Guimera, de Sitges, Barcelona
50
Catala
92
Pau Marti, de Vilaseca, Tarragona
45
Catala
94
Ramon Serra, de Pineda, Gerona
26
RESCATADOS POR P. MOLINA EN ARGEL 1639
Barcelona
4
Melchor de Agramonte, 15 años rehen, de Barcelona
60
Barcelona
70
Juan Curioso? de la ciudad de Barcelona
30
Barcelona
95
Pedro Bermudes de Barcelona
30

Rutas de fray Juan de Molina y Entrena  









Libro que recoge la investigación con el retrato de fray Juan de Molina y Entrena en la portada
© María Pilar Saura Pérez