El
Grado de Maestro de fray Juan de
Molina
En
el Capítulo Provincial celebrado en el Colegio de Huesca, del 20 al 23 de junio
de 1631, se señala lo siguiente: "Luego
fue propuesto a su reverendísimo y santo diffinitorio que estando actualmente
leiendo el P. Pdo. Fr. Juan Molina se hizo el acta en que se mandó que los que
subieron a ser Presentados tuviesen obligación de leer cinco años, los Maestros
once, la cual dicha acta se explicó no entenderse con los lectores actuales,
por lo qual y aver dicho padre Presentado Molina leído todo lo que Ntra.
Sagrada Constitución manda para obtener el grado de Maestro antes de las dichas
actas se le supplica a su P. Rmo. y Sto.
Difinitorio le expusiese por Mº. (Maestro) de Número de esta Provincia y fue respondido que se le admitían cinco
años para dicho Grado de Maestro".Por este documento se deduce que fr.
Juan de Molina se encontraba estudiando en el Colegio de Huesca de cara a
obtener el Grado de Maestro.
En
el Capítulo Provincial celebrado del 12 al 16 de mayo de 1634 en el convento de
la Ciudad de Barbastro, siendo maestro general Fr. Diego Serrano y provincial Fr.
Juan Ferrero se constata que: "A la
petición del P. Pdo. fr. Juan de Molina en que pide que del capítulo celebrado
en la Ciudad de Huesca se le
admitieron los cursos necesarios para el grado de Mº. su Rvmo. y Sto.
diffinitorio se sirva de exponer para el dicho grado: se le responde que se le
expone".
El
convento y colegio de la Merced en Huesca, desaparecido con la desamortización
de 1837, figura en la siguiente imagen donde se aprecia la belleza del claustro, por donde estuvo el venerable Fr. Juan de Molina, en medio de su triste destrucción.
© María Pilar Saura Pérez
Ricardo COMPAIRÉ ESCARTÍN, © Fototeca, Diputación Provincial de Huesca. ES/FDPH - COMPAIRÉ/0587. "Claustro de la Merced". Huesca. 1921-1930.
En el afán de conocer mejor los lugares por los que transcurrió alguna etapa de la vida de fray Juan de Molina y Entrena, un paseo por el centro de Huesca me ha permitido apreciar sus principales monumentos como San Pedro el Viejo, su Catedral, la Basílica de su patrón San Lorenzo o el edificio de la Universidad. A continuación figuran algunas imágenes.
Fray Juan de Molina fue reconocido como Venerable dentro de la Orden de la Merced en 1682, durante el Capítulo General celebrado en Huesca, donde se ordenó que se realizasen informaciones sobre su vida. También fue señalado en el S. XX como Beato a efectos de la encomienda de San Lázaro de Zaragoza dentro de la Orden, por los prodigios que realizó.
A
continuación figura la placa de la Calle de la Merced recientemente visitada, en
donde estaba el convento, y algunas imágenes de Google donde se aprecia el solar, que se puede comparar con la situación de detalle en un plano antiguo de Huesca en
cuyo espacio nº 39 se encontraba el ex-convento de la Merced.
© María Pilar Saura Pérez
Sobre
el convento mercedario de Huesca
En el Museo Arqueológico de Huesca hay un dibujo del
Siglo XIX de Valentín Carderera de San Pedro Nolasco, venerado en su
capilla del colegio de padres mercenarios de Huesca Según indican las inscripciones y las noticias que ofrecen diversos
autores acerca de la conformación de la iglesia del convento de la Merced, la
pintura que representa el dibujo formaría parte del retablo de una de las
capillas laterales de la misma, en el lado del evangelio, próxima a la cabecera.
En la web del Ministerio de Cultura, cuyo enlace incluyo a
continuación, analizan dicho dibujo y figura la siguiente información
sobre el convento de Nuestra Señora de la Merced de Huesca:
El
convento de Nuestra Señora de la Merced de Huesca fue fundado por el rey Jaime
I de Aragón, el Conquistador (1213-1276), en 1251 (según el Padre Huesca, antes
de 1224), en la iglesia y claustro de Nuestra Señora de Acosta, junto a los
jardines reales, entre las calles de Padre Huesca (antes de Población), la Merced
y San Lorenzo (Salas). Segunda
casa de la orden fundada en España, tras la de Santa Eulalia en Barcelona. La
Orden de Nuestra Señora de la Merced fue fundada por el mencionado rey, en
1218, en la catedral de la capital catalana, siendo Papa Honorio III, aprobada
por Gregorio IX, poniéndola bajo la regla de San Agustín, en 1230.
En
aquella iglesia, en 1252, en la capilla mayor dedicada a Nuestra Señora de la
Merced se fundó la Cofradía del mismo nombre con el consentimiento real y del
vicario de San Lorenzo, don
Domingo de Igriés, al estar la iglesia dentro de los límites de su parroquia. El
convento, mediante breve pontificio de Gregorio XIII (1578) , pasó a ser
colegio, donde llegaban los estudiantes de teología de la propia orden; la
Universidad Sertoriana lo adscribió a ella.
Tras
un período de decadencia, en 1603, el Rector, el padre mercedario fray Tomás Vázquez
saneó sus rentas y levantó un edificio nuevo con claustro, sobreclaustro y
celdas. La iglesia, también de nueva planta, era de una sola nave, tenía cinco
capillas a cada lado, corredores sobre ellas con ventanas a la nave central y
coro a los pies, en alto. Para su edificación pudo seguirse el modelo
jesuítico. Fue bendecida en 1617; en esta fecha ni el convento ni la iglesia
estaban finalizados. Según señala Aynsa (1619) la iglesia estaba cubierta pero
carecía de bóvedas interiores.
La
comunidad conventual mercedaria de Huesca, además de realizar sus deberes
propios, destacó en dar importantes catedráticos y eclesiásticos; reunieron una
biblioteca y un gabinete de numismática. Recibió gran parte de los objetos
artísticos e históricos y antigüedades del Museo de Lastanosa. Tras la
exclaustración fue destinado a cuartel, desalojado por su estado ruinoso se
vendió en pública subasta. Con la desamortización el edificio pasó a ser la
sede de la Real Sociedad Económica de Amigos del País; se impartieron clases
gratuitas de Historia, Geografía, Matemáticas y Taquigrafía y se formó un museo
de pintura con los cuadros procedentes de los conventos desamortizados. En 1848
se convirtió en cuartel, pasó a ser propiedad particular y nuevamente desempeñó
funciones castrenses hasta hace pocos años.