Por invitación del Teniente General Inspector General del Ejército y con la coordinación del director del centro de Historia y Cultura Militar Pirenaico, Coronel Alfonso Caracuel Ayerbe, se celebra en noviembre en el Palacio de Capitanía de Barcelona la conferencia sobre “Fray Juan de Molina y Entrena, venerable Mercedario (1579-1652), camino de santidad”, por María Pilar Saura Pérez, Doctora en Ciencias de la Información, precedida por una “Reseña histórica del Palacio de Capitanía que fue el primer convento de la Orden de la Merced”, a cargo del Teniente Coronel Miguel Ángel Campanero, Gobernador del Palacio. El Padre Domingo Lorenzo Mezquita, Vicario Provincial dirá unas palabras de cierre en nombre de la Orden de la Merced.
María Pilar Saura Pérez, nacida en Quart de Poblet (Valencia) y residente en Madrid, es doctora en Ciencias de la Información (Universidad Complutense de Madrid). Durante más de tres años ha investigado sobre la trayectoria y los prodigios del venerable mercedario fray Juan de Molina y Entrena nacido en Carenas (Zaragoza) hace 437 años y que murió en Zaragoza en 1652 bajo un halo de santidad. La Orden de la Merced fue fundada en Barcelona por San Pedro Nolasco en 1218, por lo que en 2018 se celebrará el Jubileo de los 800 años de la Orden.
Fray Juan de Molina y Entrena, venerable religioso de la Orden de la Merced, cuya vida y prodigios escribieron el padre Neyla y otros escritores mercedarios, fue bautizado el 28 de octubre 1579 en la villa de Carenas en Aragón. En su infancia hizo presagiar la eminente virtud que practicó toda su vida, siendo amado de todos por su docilidad, pureza de costumbres y afición al retiro de su casa. Con tan buenas disposiciones vistió el hábito en Calatayud el 17 de octubre de 1596, profesando al año siguiente. Estudió Artes y Teología, adquiriendo el grado de maestro. Fue comendador del convento de San Agustín de Calatayud, del convento de Santa Eulalia de Pamplona, y del convento de San Lázaro de Zaragoza, cuyas comunidades gobernó con gran observancia, prudencia y buen ejemplo. Fue nombrado definidor de provincia y redentor por Aragón y Navarra, además de ser enviado por fray Juan Cebrián en 1628 como visitador a Andalucía. Hizo dos redenciones que partieron del puerto de Barcelona, una en Túnez el año 1634 en la que rescató 113 cautivos cristianos, de los que 21 eran catalanes; y otra en Argel en 1639, en las que rescató a 114 cautivos, de los que 3 eran de Barcelona. En la segunda redención era provincial ya desde 1637 de los reinos de Aragón, de Cataluña, de Navarra y la isla de Cerdeña. A su regreso le nombraron de nuevo comendador de Zaragoza. Participó en la fundación del Colegio de San Pedro Nolasco de Zaragoza en 1647. Toda su vida fue humilde, apacible, compasivo, retirado, estudioso, obediente, pobre, casto, y de una extraordinaria mortificación y penitencia, logrando por estas virtudes y su saber, el respeto y la estimación de todos. Predijo la hora de su muerte dichosa, que sucedió con 73 años el día 20 de diciembre de 1652, quedando su cuerpo hermosísimo y flexible, viéndose en su tránsito luces como estrellas sobre su celda, que subían y bajaban. Fue enterrado en la Capilla del Eccehomo del convento de San Lázaro. En el Capítulo General celebrado en Huesca en 1682 fue considerado venerable y a principios del siglo XX figura en el Menologium de los mercedarios como beato solo a efectos de su encomienda de Zaragoza. En su vida se refieren cosas maravillosas y notables prodigios.
CATALANES RESCATADOS POR
EL PADRE MOLINA
EN TÚNEZ Y ARGEL
(TAL COMO FIGURA ESCRITO SU NOMBRE,
ARCHIVO DE LA CORONA DE ARAGÓN)
Rutas de fray Juan de Molina y Entrena
Libro que recoge la investigación con el retrato de fray Juan de Molina y Entrena en la portada
© María Pilar Saura Pérez
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